PADEL – Stupa y Di Nenno, una bonita historia que va mucho más allá del pádel

Aunque el pádel ha llegado a una era en la que los jugadores cambian rápidamente de pareja, hay roturas que duelen. Y, indudablemente, la de Franco Stupaczuk y Martín Di Nenno es de esas que llegan al corazón. 

Como avanzaban los compañeros de Pádel y Cervecitas, el ‘Turquito’ formará equipo con Juan Lebrón después del Málaga P1, provocando así el final de la segunda etapa de los Superpibes. Con una linda historia a sus espaldas, los argentinos terminarán un capítulo apasionante de su vida de forma inmejorable, después de luchar por el trono de la mayor pasión que les une: el pádel.  

Para fijarnos en el inicio de la relación entre el chaqueño y el de Ezeiza hay que tirar unos cuantos años atrás. Con prácticamente la misma edad y una infancia ligada al pádel, fue en 2007 cuando Franco y Martín se unen como pareja por primera vez.

De hecho, fue juntarse y besar el cielo, ya que desde un buen inicio empezaron a maravillar a la gente con su pádel, proclamándose campeones del Mundial de menores con tan solo 11 y 10 años. Un título importante que solo iba a marcar el inicio de dos carreras exitosas. 

A partir de allí, el resto es historia. Más allá de los logros que iban acumulando en Argentina, donde se postulaban como dos de las mayores promesas del país, Stupa y Di Nenno fueron creciendo el uno al lado del otro, forjando una gran relación de amistad que les llevó incluso a compartir piso. 

Tal fue su evolución, que siendo menores de edad ya empezaban a hacerse un nombre en World Padel Tour, lo que finalmente les permitió mudarse a Madrid para seguir avanzando en su carrera. Fue en 2015, temporada en la que, precisamente, los Superpibes (apodo apadrinado por el mismo padre de Martín) ganaron su primer torneo profesional. 

El premio llegó en el Challenger de Barcelona, donde los albicelestes superaban por un contundente doble 6-1 a Juan Lebrón y Marcello Jardim. 

Juntos tenían por delante un futuro brillante, pero entonces llegó la tragedia. Un fatídico accidente de coche de Martín Di Nenno en 2016 le obligó a apartarse del pádel, lo que provocó que ambos separaran sus caminos. 

Sin embargo, el destino no podía permitir que un relato como el suyo tuviera un final tan cruel. La vida dio una segunda oportunidad al de Ezeiza, que con esfuerzo y dedicación se recuperó de la fractura en las dos piernas para volver a jugar al pádel, regresando a su mejor nivel. 

Así pues, después de unos años madurando por separado, los Superpibes anunciaban su regreso para la temporada 2023. Siendo ya dos de los mejores jugadoras del planeta, Franco y Martín iban a luchar juntos por su sueño: hacerse con el número 1 del pádel. 

Como no podía ser de otra forma, el reencuentro entre Stupa y Di Nenno fue brillante. Solo unos excelsos Agus Tapia y Arturo Coello, que elevaron el pádel a otro nivel, evitaron que los albicelestes lograran su ansiada corona

Aún así, los Superpibes fueron capaces de mantener el pulso hasta el último momento, firmando una campaña histórica. Sus logros hablan por si mismos: 6 títulos en World Padel Tour y otro más en Premier Padel, alcanzando la final en seis ocasiones más y firmando hasta 10 semifinales. Una regularidad espectacular que les dejó fuera de los cuatro mejores solo en dos ocasiones a lo largo de todo el curso. 

En total, en un año y medio han logrado un palmarés a la altura de muy pocos: 7 títulos, 9 finales y hasta 17 semifinales. Sin embargo, pese a que han estado cerca, el hecho de no haberse proclamado campeones este 2024 y de toparse continuamente con Galán-Chingotto ha acabado precipitando su separación. 

En los próximos torneos de Premier Padel, el Génova P2 y el P1 de Málaga, habrá que estar pegados al televisor para presenciar su despedida, que ni mucho menos debe suponer un adiós definitivo. 

Fuente: mundodeportivo.com

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