Argentina venció a Estados Unidos y se clasificó a la final de la AmeriCup

La Selección Argentina de básquetbol derrotó a su par de Estados Unidos 82-73 este sábado y se clasificó a la final de la FIBA AmeriCup de Recife, instancia en la que enfrentará al ganador de la semi Brasil-Canadá.

Con Gabriel Deck, que marcó 30 puntos (9/13tc, 12/13tl) y bajó 7 rebotes, como figura excluyente y la aparición en momentos clave de unos erráticos pero fundamentales Facundo Campazzo (10p3r7a5s) y Nicolás Laprovittola (18p6r3a2s), la Albiceleste le ganó al equipo norteamericano por tercera vez en la historia de la AmeriCup y se clasificó a su novena final en la competencia. Este dominog, desde las 20:40, chocará con el ganador del cruce Brasil-Canadá.

El equipo dirigido por Pablo Prigioni llegaba a esta instancia tras arrasar en la fase de grupos (triunfos vs. Islas Vírgenes, Puerto Rico y República Dominicana) y vencer con contundencia a Venezuela en cuartos de final (76-53). Con el máximo goleador del certamen (Deck, 19.3 puntos), el cuarto de esa lista (Laprovittola, 16.5) y el máximo asistidor y ‘ladrón’ (Campazzo, con 9.5 asistencias y 3.8 robos), el campeón de la competencia en 2001 y 2011 buscaba vengarse del resultado adverso ante el Team USA en la final de la edición de 2017.

Los norteamericanos, tan alternativos por su plantilla como experimentados y candidatos, habían mostrado ser terrenales durante el torneo que se disputa íntegramente en la capital del estado de Pernambuco. En la zona habían caído ante México, pero por sus claros triunfos frente a Panamá y Venezuela habían finalizado líderes del grupo. Ya en la llave eliminatoria, el conjunto de Alexander Young Jensen superó agónicamente a Puerto Rico (85-84, gracias a una bandeja en el último segundo de Norris Cole).

En una jornada muy importante para el básquetbol argentino por la inducción de Manu Ginóbili al Hall of Fame de Springfield, Massachusetts, el entrenador asistente de los Timberwolves decidió apostar por el mismo quinteto que el jueves había vapuleado a Venezuela: Facundo Campazzo, Nicolás Laprovittola, Carlos Delfino, Gabriel Deck y Marcos Delía. Estados Unidos, por su parte, saltó al parqué con Frank Mason, Norris Cole, Craig Sword, Gary Clark y Stephen Zimmerman.

El primer cuarto del partido fue muy dinámico, con ambos equipos buscando posesiones rápidas. Ninguno de los dos pudo sacar una considerable ventaja en el marcador de un período en el que ambos apostaron por sus principales virtudes ofensivas: mientras los sudamericanos dañaban con la potencia de Deck en el poste, principalmente sacando faltas personales a sus defensores, los norteamericanos generaban peligro con la capacidad atlética de sus jugadores y algunas falencias en el rebote de su rival.

El resultado parcial, 20-17 para Argentina, traducía la paridad del juego y respondía a un buen trabajo colectivo de Argentina en ambos sectores de la cancha y a la eficacia del Tortu para generar puntos a partir de sus llegadas a la pintura.

Apenas iniciado el segundo parcial, los buenos ingresos de Juan Pablo Vaulet, Tayavek Gallizzi y Nicolás Brussino posibilitaron una buena corrida de Argentina, que sacó 11 puntos de ventaja (30-19) a partir de una intensidad defensiva in crescendo y lucidez en ataque. Aunque con Jeremy Pargo al mando los campeones vigentes se acercaron y no permitieron que los rioplatenses rompieran el cotejo, el resultado al descanso seguía favoreciendo a los pupilos de Prigioni (40-33).

Sin la presencia habitual de Campazzo en el juego, el conjunto albiceleste dependía en buena parte de la eficacia de Deck y de aportes de jugadores secundarios. No obstante, el trámite del juego y el marcador beneficiaban a los invictos en Recife.

En los primeros momentos de la segunda mitad, Facu se empezó a involucrar un poco más en la conducción y todo parecía indicar que Argentina empezaba a cortarse, pero su ataque se trabó, Pando creció, Sword y Cole acompañaron, y Estados Unidos pasó al frente a partir de varias posesiones consecutivas exitosas y una movilidad e intensidad defensiva que asfixiaba a los sudamericanos.

Sin embargo, el seleccionado nacional reaccionó cuando se encontró en desventaja. Deck marcó 6 puntos al hilo para ganar en confianza y, de un momento para el otro, los medallistas de plata en China 2019 metieron un parcial de 10-0 para retomar la ventaja. Un triple de Anthony Lamb sobre la chicharra acercó a seis unidades a un equipo estadounidense que empezaba a alejarse (52-58).

Una furiosa aparición de Cole, con un par de triples y mucha agresividad, les permitió a los norteamericanos regresar e, incluso, pasar al frente en el marcador. Los poco precisos Campazzo y Laprovittola, importantísimos en la generación de juego, aparecieron en momentos clave y llevaron tranquilidad a un conjunto que dudaba cuando Deck no estaba en cancha y Estados Unidos puntuaba en sus llegadas al aro.

Mientras Cole, de escasa participación en los primeros 30 minutos, seguía sumando para su cuenta personal, Campazzo, muy flojo con el tiro, entraba en sintonía y Deck continuaba con su tremendo aporte cerca del aro. Un triple de Laprovittola a menos de tres minutos para el final le dio seis puntos de ventaja a Argentina, que de a poco empezaba a saborear un nuevo triunfo ante Estados Unidos.

Lapro y Facu parecían hacer oídos sordos a su 1/15 combinado desde el perímetro y, con apariciones en los momentos y lugares justos, le dieron una ventaja considerable a Argentina en los últimos minutos, siempre con la compañía de Deck, que alcanzó los 30 puntos. Norris Cole (18p) y Jeremy Pargo (8p3r8a) fueron los más destacados del equipo de Young Jensen.

El Team USA buscó de manera apresurada acercarse en los momentos finales, pero sus triples no ingresaron y su derrota en suelo brasileño quedó sellada. Con 30 puntos de un Deck fenomenal, Argentina se impuso por un marcador de 82-73 y se clasificó a la final del domingo ante el ganador del cruce Brasil-Canadá (este domingo desde las 20:40, después del partido por el bronce).

Sin eficacia detrás del arco (4/23, un 17%), faceta en la que su rival de turno tampoco destacó, Argentina transformó las vastas pérdidas norteamericanas (17) en puntos (21) y, sumado al dominio de una pintura en la que Deck se sintió muy cómodo, consiguió un triunfazo. El equipo de Prigioni nunca rompió el partido (su ventaja máxima fue de 11), pero estuvo 33 de los 40 minutos al frente y, cuando las cosas parecían complicarse, puso la experiencia en el parqué y finalizó la jornada con una alegría.

Aunque en realidad la jornada continuará en un rato a casi 7000 kilómetros, en Sprinfield, Massachusetts, cuando Manu Ginóbili, héroe de gestas pasadas contra el elenco estadounidense, ingrese al Salón de la Fama y pase definitivamente a la eternidad del básquetbol.


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