El drama de Dani Alves, preso en Barcelona: "Hundido y nervioso"
Dani Alves transita las peores horas de su vida en una cárcel en Barcelona, donde permanece en prisión preventiva desde el 20 de enero de 2023 después de la acusación de abuso sexual por parte de una joven. Tras el supuesto hecho ocurrido durante la madrugada del 31 de diciembre de 2022 en una discoteca, el lateral derecho brasileño de 39 años sigue preso en una celda de seis metros cuadrados con ducha propia en el moderno Centro Penitenciario Brians 2, a 38 kilómetros de la capital de Catalunya.
A la espera del juicio que todavía no tiene una fecha oficial estupulada, el excompañero de Lionel Messi es uno de los reclusos del módulo 13, el que agrupa a quienes cometen delitos contra la libertad sexual. Allí les firma autógrafos a los otros presos y hasta organiza partidos de fútbol con ellos en el polideportivo, mientras que no para de perder auspiciantes, seguidores en las redes sociales y personas cercanas en su vida. De hecho ya se separó de quien era su pareja, la modelo española Joana Sanz, quien le pidió el divorcio.
De acuerdo con diversos medios catalanes, el entorno del deportista filtró que Dani Alves “está hundido y nervioso”. El defensor fue acusado de haber tenido sexo forzado y sin consentimiento con una chica de 23 años en el baño de un reservado de la disco Sutton de Barcelona, en la madrugada del 31 de diciembre del año pasado.
El ex Juventus y PSG, entre otros, pidió no tener televisión en su celda y suele sumarse a los “picados” con algunos de los otros reclusos en el polideportivo del penal. El club en el que jugaba al momento de la detención, Pumas de México, le rescindió el contrato. También se le terminaron los convenios que sostenía desde hacía varios años con otras empresas como Adidas, Ethika y Hygia Saúde.
La Audiencia de Barcelona le negó la excarcelación a uno de los mejores laterales derechos de la historia del fútbol por considerar que aún existía el riesgo de que el jugador se fugara (Brasil no extradita a sus ciudadanos), por lo que Dani Alves pasa horas en silencio, sin hablar con nadie. Al mes de su ingreso en prisión, la instrucción de la causa estaba casi finalizada. Ya se habían tomado las declaraciones a la joven que denunció al tres veces mundialista, a un amigo suyo y a parte del personal del boliche.
Las pruebas de ADN se realizaron rápidamente: las huellas y el semen de la ropa de la chica y del piso del baño de la disco lo incriminaron. La joven de 23 años que lo acusó aquella noche salió del baño del reservado de la discoteca, se puso a llorar, contó lo que le había sucedido y fue derivada al hospital Clinic de Barcelona, donde confirmaron los rastros de la agresión sexual que ella denunciaba.
Durante los primeros días en el penal, al jugador lo acompañaba Coutinho, también brasileño, que fue guardaespaldas de Ronaldinho y portero en algunos salones de fiestas en Barcelona. El ex Pumas desayuna a las 8.30, cena a las 20, puede recibir visitas cada 15 días y pasar tiempo con sus familiares o con quienes él considere cercanos.
Una vez por semana, a Alves se le permiten encuentros en el locutorio a través de un cristal blindado, aunque no pueden durar más de 50 minutos. Allí lo visitó su expareja y exagente Dinorah Santana, madre de sus hijos de 16 y 15 años. “¿La mano en el fuego? Pondría el cuerpo entero por él”, lo defendió.
¿Cuál sería la pena contra Dani Alves, en caso de ser declarado culpable de abuso sexual?
El futbolista podría ser condenado a entre 4 y 12 años de prisión en caso de ser hallado culpable del abuso sexual, según contempla la ley conocida como ‘Sólo sí es sí’, que entró en vigor el pasado 7 de octubre. De acuerdo con el diario deportivo madrileño AS, la Ley Orgánica 10/2022 determina que será “castigado con la pena de prisión de 1 a 4 años, como responsable de agresión sexual, al que realice cualquier acto que atente contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento”. Sin embargo, el artículo 179 de la ley remarca que “en los casos de agresión sexual, ya sea tanto vaginal, anal, bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías, el responsable será castigado como reo de violación con la pena de 4 a 12 años”.