FUTBOL – Boca se quedó sin Libertadores, otra vez, y La Bombonera habló: ¿rebalsó el vaso?
Boca Juniors no pudo con Alianza Lima y, por primera vez, el público xeneize pidió “que se vayan todos”. El equipo de Fernando Gago quedó eliminado de CONMEBOL Libertadores 2025 por penales ante su gente, después de empatar 2-2 en el global, y La Bombonera habló.
El martes ante el conjunto de Néstor Gorosito, los hinchas abrieron el cancionero remarcando la necesidad de poner un poquito más de “actitud”, algo que se volvió una angustiante costumbre, y recordaron, por si a alguien se le había olvidado, la famosa obsesión de Boca: ganar la Copa.
Esa Copa que Fluminense le negó levantar en 2023 en el Maracaná y la misma por la que no pudo siquiera competir en 2024.
Para la edición de esta temporada, el Xeneize logró entrar a duras penas a la Fase 2 y, antes de cerrar el mes de febrero, ya tiene la certeza de que no jugará el certamen de clubes más importante del continente, otra vez. Tampoco participará en la Sudamericana.
Boca fracasó en 2025 antes de completar el segundo mes del calendario.
Para poner en contexto, en este último tiempo, la impaciencia de los hinchas se fue mitigando entre pequeñas alegrías efímeras y un mercado de pases promisorio que alentó a renovar las ilusiones. Sin embargo, entre agendas complicadas, lesiones y decisiones tácticas confusas, el despliegue futbolístico nunca apareció y el primer tropiezo en Lima marcó un quiebre en el aún cortísimo mandato de Gago.
Boca perdió 1-0 en Perú contra un equipo de menor jerarquía, presupuesto e historia. Y pretendió en Buenos Aires hacer que la mística de La Bombonera se ocupara de hacer lo suyo.
Ante Alianza el público alentó, acompañó e incluso despabiló al equipo en momentos de apatía. Pero no alcanzó.
Apareció un gol de suerte a los 5 minutos y prometió encarrilar un partido soñado. Pero no pasó.
Edinson Cavani mostró su chapa internacional para amedrentar a la defensa peruana. Pero se erró un gol debajo del arco en el tiempo adicional.
Agustín Marchesín se calzó los guantes y salvó a Boca en momentos clave. Pero cuando tuvo que hacerse cargo de atajar en la tanda de penales desapareció, por motivos que aún se desconocen.
Leandro Brey no pudo usar la capa de superhéroe que vistió alguna vez y Alan Velasco, el refuerzo más caro del pelotón, falló el tiro más importante de todos.
La Bombonera se paralizó tras el yerro del ex-Independiente y permaneció algunos minutos sin entender cómo reaccionar. Una muchedumbre que está familiarizada con apoyar en las buenas y en las malas quedó forzada a recalcular.
Una vez cerrado el partido, los jugadores cumplieron con el ritual de levantar las manos para ofrecer una reverencia y, esta vez, el saludo no se devolvió. La gente les dio la espalda.
“Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, explotó un estadio en el que no hay muchos registros de frases tan crudas contra los propios.
¿Canción para el entrenador? ¿Para la dirigencia? ¿Para los jugadores? ¿Literalmente fue para todos?
Aún resta saber si aquello que La Bombonera vomitó fue un grito de desahogo, visceral pero reversible. O si esta vez el hincha no piensa perdonar un nuevo papelón internacional.
Habrá que ver cómo se reinventa el Xeneize de aquí en más para “trazar nuevos objetivos”, como prometió el DT en conferencia de prensa. Y también habrá que esperar para descubrir cómo recompondrá el vínculo con su gente, a quien le falló una vez más.