FUTBOL – El legado de la Copa América: acto III, de Messi a Vinicius Jr.

El estadio de las enormes multitudes está casi vacío. El protocolo sanitario permite que apenas unos dos mil hinchas ingresen al Maracaná, solo por que se trata una final de Copa América entre Brasil y Argentina. El festejo es íntimo. La gran fiesta popular, la mayor manifestación de la historia del país, tendrá que esperar al Mundial de Qatar. El año es 2021. Jugadores y cuerpo técnico festejan que la Selección vuelve a ganar un torneo después 28 años. Corren y buscan a un argentino para abrazar. Celebran por ellos, por los millones que los miran por TV y, sobre todo, por él. Lo que parecía imposible acaba de suceder. Lionel Messi es campeón con Argentina.

En el otro extremo del campo, los brasileños sufren la derrota. Hay uno, muy joven, que consuela a los consagrados. Vinicius Jr. está a dos días de cumplir 21 años. La juventud parece ayudarlo a pasar el mal trago. Cuando recibe la medalla de plata camina con los brazos extendidos, pegados al cuerpo. Agacha la cabeza y hace un pucherito con la boca, extendiendo el labio inferior. Hay dolor, tristeza y resignación. La próxima será.

Como Pelé en 1959, Maradona en 1979 y Messi en 2007, Vinicius Jr. termina su primera final de Copa América con la satisfacción de estar ahí pero sin el trofeo. O Rei y Pelusa nunca pudieron ganar el Sudamericano, como vimos en el primer acto de esta saga. Messi acaba de conseguirlo después de perder tres veces el último partido, de eso hablamos en el capítulo previo. Ahora, por fin, le toca festejar.

Argentina campeón de la Copa América 2021: Messi en la tierra y Maradona en el cielo

Entre las muchas cosas horribles que pasaron durante la última pandemia, la más dolorosa para el fútbol argentino fue la muerte de Diego Maradona, el 25 de noviembre de 2020. “Estaba en casa cuando me enteré de su muerte. Me quedé paralizado porque nadie lo esperaba. Sabía que no estaba bien y lo había estado por un tiempo, pero no pensé que fuera a morir. Fue una noticia terrible”, contó Messi un tiempo después.

La Copa América 2021, con sus particularidades sanitarias: barbijos, concentraciones-burbuja, falsos positivos, tribunas vacías, y más, también se caracterizó por ser el primer torneo que la Argentina jugaba con su principal hincha en otro plano. Luego de tantos años sin ganar un campeonato, con tantas decepciones seguidas, la omnipresencia de Maradona se consideró un refuerzo anímico invaluable. Era cuestión de creer.

Sin confiarse en la espiritualidad, la Selección de Scaloni había empezado a construir su éxito en la Copa América de 2019. Tras un muy pobre Mundial 2018, el nuevo ciclo tenía caras nuevas y una identificación grupal que probó ser clave en el futuro. Además, Messi mostró que, también, era un líder temperamental. Hablaba claro y se enfrentaba a las injusticias del poder. Todavía enojado por la derrota con los locales en semis, vio la roja ante Chile en el partido por el 3er puesto. “Esta Copa está armada para Brasil”, denunció. La CONMEBOL lo suspendió por tres meses. Maradona lo aplaudió desde la clínica en la que estaba internado tras una nueva operación.

Dos años más tarde, el camino a la final de la Copa América 2021 no fue un paseo ni mucho menos. Argentina supo ser un equipo versátil, sabía lucirse en ataque con Messi y Di María, y también poner pierna fuerte con Cuti Romero y Otamendi como estandartes. La batalla ante Colombia en semifinales testeó el deseo argentino. Tras el 1-1, en los penales apareció el nuevo héroe nacional, Dibu Martínez. En un par de frases (“Mirá que te como”) y un par de atajadas, anticipo toda la gloria que estaba por venir.

La final, en el Maracaná, ante el clásico rival, parecía un sueño. El desenlace más trillado de la película más pochoclera. “Necesitaba sacarme la espina de poder conseguir algo con la Selección. Es una locura, es inexplicable la felicidad que siento”, dijo Messi todavía con la camiseta de Argentina puesta. “Lograrlo, en Brasil, contra Brasil, fue realmente increíble”, agregó más tarde.

Argentina se puso rápido en ventaja con un gol de Di María, a los 22 minutos. El otro rosarino, el de los goles en las finales para ser campeones (antes, en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, después en Qatar 2022), picó al vacío que dejaba la adelantada defensa brasileña. De Paul lo habilitó, como estaba ensayado, con un preciso pase largo. Ángel hizo lo que hace siempre, no fallar.

El resto fue la ansiedad de que pase el tiempo y el temor de otro golpe injusto. Argentina, incluso Messi, perdió varias chances para liquidar el partido antes. Pero la historia estaba escrita. Todos querían que sucediera, y sucedió. “No me di cuenta de que mis compañeros habían corrido hacia mí para unirse y abrazarme. Fue casi más conmovedor después, cuando volví a ver las imágenes en frío en televisión y me di cuenta de lo que habíamos logrado”, recordó.

La maldición se había levantado. Con Maradona en el cielo y con Messi en la tierra, Argentina volvía a ser campeón. “Tenía muchas ganas de sumar este hermoso capítulo a mi historia con la Selección levantando un trofeo, después de haber ganado todo lo que he ganado en Barcelona”, explicó Lionel. Luego, pensando a futuro pero sin saberlo, agregó: “Sabía que tenía que seguir intentándolo y sentí que iba a pasar. No podía rendirme”.

Después de ganar el Mundial 2022, Messi lamentó la ausencia física de Maradona durante estos festejos argentinos. “Me hubiese gustado que Diego me entregue la Copa, que vea todo esto, ¡Argentina Campeón del Mundo!”. Para Lio, sin embargo, su ayuda divina fue clave. “Amaba la Selección y deseaba que pasen estas cosas. De arriba empujaba”, aseguró. Se cerraba un ciclo triunfal que había comenzado en aquella Copa América. “Ya está, no queda nada”, sentenció Messi, que por las dudas volverá a intentarlo este 2024. Esa noche de 2021, en el Maracaná, sin embargo, otras fuerzas futbolísticas se habían puesto en movimiento.

Vinicius Jr.-Messi, una historia de desencuentros

El mundo conoció a Vinicius Jr. en 2017 cuando Florentino Pérez, presidente de Real Madrid, decidió encarar la renovación de esa gloriosa delantera que formaban Cristiano Ronaldo, Benzema y Bale. Con ese plan en mente, apostó por una joven figura de Flamengo que acababa de ser la estrella del Sudamericano Sub 17 en el que Brasil había arrasado.

Vinicius Jr. debutó con Flamengo el 13 de mayo, con 16 años. Jugó los últimos 10 minutos en un 1-1 ante Atlético Mineiro. Diez días después, firmó contrato con Real Madrid. El acuerdo estipulaba que seguiría en Brasil hasta cumplir los 18. Conocimos su rostro aniñado, con gorrita negra y brackets en los dientes, en este video, viralizado desde Barcelona, en el que dice que su ídolo es Neymar y que entre Messi y Cristiano Ronaldo prefiere al argentino. “Messi, Messi”, repite para que no queden dudas.

Vini cambió su opinión sobre Cristiano Ronaldo cuando llegó a Real Madrid, en julio de 2018, justo cuando el portugués dejaba la Casa Blanca. Con el tiempo adoptó sus festejos y su camiseta, la número 7. Para confirmar la renovación generacional, debutó en septiembre, en un clásico de Madrid, reemplazando a Benzema en los minutos finales.

Luego de unos meses aclimatándose en el equipo filial, Vinicius empezó a ganar protagonismo en Real Madrid. Lo hizo, primero, desde los micrófonos. En febrero de 2019, antes de un Clásico decidió bajarle el precio a la gran figura del Barcelona. TNT Brasil publicó estas palabras suyas: “Messi es un jugador increíble, pero no asusta a nadie. Estamos preparados y tenemos los mejores jugadores del mundo”. La declaración tribunera, de un chaval de 18 años que estaba en su primera temporada en España, generó mucho revuelo.

Seguramente alertado por sus compañeros de Real Madrid de que el peor Messi es el Messi enojado, Vinicius Jr. rectificó sus dichos y culpó a la prensa de malinterpretarlo. “‘Messi es increíble, hace cosas que pocos jugadores son capaces de hacer, pero no nos asusta. Estamos listos para cualquier cosa que venga. Tenemos a los mejores jugadores del mundo también’. Imagino que esa fue la respuesta, ¿no?”, escribió en X.

Cuando llegó el partido, el que no asustó a nadie fue el propio Vini. Erró 5 chances claras y Real Madrid perdió 3-0 de local ante Barcelona, que se metió en la final de la Copa del Rey. Si eso no fue suficiente, unos días después volvieron a jugar, también en el Bernabéu, y Barcelona ganó, otra vez, por 1-0. Fue una victoria clave para quedarse con esa Liga, la última de Messi.

En su segundo año en Real Madrid, ahora con Zidane como DT, Vinicius Jr. se sumó al plantel profesional de forma permanente. En esa temporada tuvo su partido consagratorio ante el Barcelona de Messi. Fue el 1 de marzo de 2020, cuando el Covid-19 ya se nos venía encima. El Madrid ganó 2-0 en el Bernabéu. Vini fue la figura, marcó el primer gol y le quitó un récord a Lionel. Con 19 años y 233 días pasó a ser el jugador más joven en anotar en el clásico español.

De esa victoria se recuerda una postal muy particular. Es una de las pocas fotos que hay de Vinicius Jr. y de Messi, juntos. Vini camina junto a Lio. con la 25 de Real Madrid, apoya su mano derecha sobre la cabeza del argentino, que parece frustrado por la derrota. Es como si le estuviera mostrando la salida. Para los madridistas es la imagen del tan esperado antídoto contra el 10 de Barcelona, su bestia negra durante años.

Messi y Vinicius Jr. compartieron cancha solo un par de veces más en España. Su último duelo fue en abril de 2021, victoria del Madrid 2-1 en Valdebebas. El brasileño solo coincidió con el argentino durante sus tres primeros años de blanco. Así como la muerte de Maradona pareció liberar la energía ganadora de Argentina, la salida de Lionel del Barca coincide con el desbloqueo de la potencia goleadora de Vini. En esas primeras campañas, se valoraba su desequilibrio pero se cuestionaba su eficacia (apenas 14 goles y 23 asistencias). En los últimos tres años, más maduro y sin Messi como rival, acumuló 69 goles y 50 asistencias.

Aunque jugaron poco entre sí y mantienen una relación distante pero de respeto, Messi está presente en varios momentos importantes en la carrera de Vinicius Jr. Su debut con Brasil fue en septiembre de 2019. Ingresó por Richarlison en el final de la derrota amistosa 0-1 ante Perú. Vini quiso hablar de lo feliz que estaba por ser parte del seleccionado y por jugar con sus ídolos pero a la Confederación Brasileña le pareció más importante que vuelva a explicar aquella polémica frase sobre Lionel. “Quise decir que Messi no tenía miedo de nuestro equipo, pero salió como que Messi no asusta a nadie, solo que no sabía cómo decirlo. Él es uno de los mejores de todos los tiempos”, aclaró ante los medios del scratch.

El 2020 con poco fútbol demoró su desarrollo con la camiseta de Brasil. Su segundo partido fue recién en junio de 2021, en la fase de grupos de la Copa América. Durante este torneo, Vinicius Jr. solo era una pieza de recambio para Tité. Ingresó a los 86 minutos del 3-0 ante Venezuela y a los 63 del 1-1 ante Ecuador. Volvió a jugar a los 85 minutos del 1-0 ante Perú, en semis. Y a los 63 de la final con Argentina, cuando ya perdían 0-1. Influyó poco. No hizo goles ni dio asistencias.

Esa noche en el Maracaná fue uno de los pocos duelos entre Vinicius Jr. y Messi a nivel selecciones. El otro es el 0-0 en San Juan, de camino a Qatar. El último clásico, la primera derrota de Brasil en Eliminatorias como local en la historia, 0-1 en noviembre de 2023 rumbo al Mundial 2026, Vini se lo perdió por un desgarro.

De aquella final de 2021, solo hay una foto en la que aparecen los dos. Es una imagen que capturó Amanda Perobelli para la agencia Reuters. Vinicius Jr. mira de cerca, como si aprendiera el oficio con los ojos, a un Messi que encara con pelota dominada a Renan Lodi, el punto débil que detectó Argentina para ganar la Copa América.

Volvemos a la escena inicial. Pese a su juventud, Vinicius Jr. se muestra más entero que los referentes del equipo ante la derrota. En su país recuerdan con dolor verlo consolar a su ídolo: Neymar, otro crack que nunca ganó la Copa América. La de 2019, que ganaron, no la jugó por lesión. La imagen de Vini, con la 18, mientras cubre el llanto de Ney, el 10 de Brasil, es un retrato icónico del presente frustrado del fútbol brasileño.

Neymar, otra vez lesionado, no estará en la Copa América 2024. Vinicius Jr., campeón de Europa con Real Madrid y candidato a ganar su primer Balón de Oro, llega como la máxima esperanza de Brasil para volver a la gloria. El año pasado, cuando Messi recibió por última vez el premio que entrega la revista France Football se encargó de elegir a sus sucesores. “Haaland, Mbappé, Vinicius, no sé, hay muchos jóvenes que van a dar una linda batalla para los siguientes Balones de Oro”, afirmó Leo.

Vinicius Jr. no necesita ganar la Copa América con Brasil para ser el mejor del mundo este año. Pero si consigue desbancar a Messi y a la Argentina campeona del mundo habrá pocos argumentos para negarle el trofeo. Veremos qué sucede. Será otro capítulo de la hermosa historia del fútbol sudamericano. Un relato apasionante, precioso y eterno.

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