“La comida es realmente buena aquí”: Gregg Popovich se vive su regreso a México para el juego entre Spurs y Heat

Su paso cansino característico parece envuelto por un halo de luz. Entra a la duela de la Arena CDMX con unos pantalones negro y recorre con la mirada todo el recinto; parece impresionado.

Mientras sus muchachos calientan en la duela, Gregg Popovich hace algunos comentarios con su staff de cocheo y luce listo para seguir creciendo su récord como el entrenador con más triunfos en la NBA. Se le ve de buen humor.

Durante su charla con los medios de comunicación antes del partido entre el Miami Heat y sus San Antonio Spurs, Pop reconoció su gusto por venir a jugar a la Ciudad de México a pesar de lo complicado que resulta llegar a la Arena CDMX.

“Me voy a meter en un problema en San Antonio”, responde cuando se le pregunta sobre qué es lo que más le gusta de México. “La comida”, añade. “La comida es realmente buena aquí”.

Como sueles ser, las respuestas de Popovich son breves, no da demasiados detalles y sin importar el número de preguntas que se le hagan, todo lo responde de una; lo suyo es hablar en la duela.

Con 10:26 en el reloj del primer cuarto del duelo en México, se levanta para dar algunas indicacione. Minutos más tarde el marcador indica 7-15 en favor del Heat y entonces pide su primer tiempo fuera. Tras hacer algunos ajustes vuelve a su lugar en la banca rodeado de su staff de entrenadores.

Para el final del primer cuarto, San Antonio ha recortado la distancia 16-20, no por eso luce tranquilo y cada vez que hay un tiro desde línea de libres en favor de los suyos aprovecha para llamar a uno o dos de sus muchachos y afinar detalles siempre de pie. El resultado, un rally de 12 puntos sin respuesta del Heat que los pone arriba 24-20 con 1:25.

Los jugadores acaparan las miradas de los asistentes a la duela, algunos abucheos se escuchan para Jeremy Sochan cuando va a la línea de libres y aplausos cada vez que Tyler Herro intenta un triple. Probablemente los aficionados le dan poca importancia a tener frente a ellos a una de las máximas leyendas de la NBA.

Su ‘turno en la ‘oficina’ está lejos de terminar y aunque la ventaja en el marcador aún es para su equipo, Pop permanece de pie enérgico en sus reclamos a los jueces y pidiendo calma a sus muchachos al mismo tiempo que él la mantiene porque sus años le han demostrado que en este juego hay que aprender a ganar y a perder.