La evolución de "Fran" Cerúndolo, Báez y Cachín, lo más destacado del tenis argentino en 2022
(Por Christian Frigerio) La evolución de Francisco Cerúndolo y Sebastián Báez, quienes concretaron lo que insinuaban y ganaron su primeros títulos en el circuito, más el crecimiento de Pedro Cachín con la conquista de cuatro Challengers y un salto importante en el ranking, fueron los hechos salientes del tenis argentino en 2022.
Por su parte, Diego Schwartzman retrocedió en el ranking pero sigue instalado entre los mejores 25 del planeta, además se alcanzó el récord mundial de 23 títulos Challengers en una misma temporada, y Juan Martín Del Potro, una de las mejores raquetas argentinas de la historia, le puso punto final a su carrera.
En contraste, hubo un significativo retroceso a nivel equipos: en la Copa Davis, Argentina albergó una serie que sorteó sin apremios pero después casi no compitió en las Finales de Bologna, Italia, y en la Billie Jean King hubo una eliminatoria para el olvido ante Brasil en Tucumán, en la que se cometieron fallas groseras a nivel conducción.
Una de las aristas positivas fue la proyección de “Fran” Cerúndolo, de 24 años y hermano mayor de Juan Manuel (21), puesto que se consolidó en el casillero 30 del mundo merced a una serie de buenas actuaciones que tuvieron como pico más alto la conquista del ATP sueco de Bastad, y además obtuvo un Challenger, en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), sumado a que debutó en la Copa Davis, su sueño desde que comenzó a jugar al tenis.
“Fran” es una de las principales esperanzas argentinas junto a Báez, de 21 años y campeón en el ATP portugués de Estoril, además de haber llegado a la final de Bastad, para cerrar el año en el casillero 43, con el impulso de haber debutado también la Davis, con un potencial no pasó desapercibido para el capitán del equipo argentino, Guillermo “Mago” Coria.
A ellos dos se suma el cordobés de Bell Ville Pedro Cachín, quien se consolidó a los 27 años con la obtención de cuatro torneos Challenger, en Madrid, Praga, Todi y Santo Domingo, y además jugó tres finales (en Lyon, Marbella y Verona), eso le reportó un salto de casi 200 puestos para finalizar la temporada en el casillero 57.
Los tres forman parte de la nueva camada de tenistas argentinos que se encolumnan detrás del “Peque” Schwartzman, quien no tuvo buenos resultados durante 2022, tan solo su acceso a las finales del Argentina Open (perdió con el noruego Casper Ruud) y de Río de Janeiro (cayó ante el español Carlos Alcaraz), pero igualmente no se puede hablar de retroceso siendo que está instalado entre los 25 mejores del mundo.
En cuanto a lo colectivo, en la Davis, el “Mago” Coria comenzó su ciclo (reemplazó a fines de 2021 a Gastón Gaudio) con una victoria en Buenos Aires sobre la República Checa que le permitió al equipo jugar las Finales en Bologna, y ahí defeccionó con tres derrotas en fila, una evitable ante Suecia y las otras dos previsibles ante Croacia y el anfitrión Italia.
Al margen de esos malos resultados, Coria no demostró lo que se esperaba que era mejorar el improductivo ciclo de Gaudio, y no dio jamás la sensación de ser un conductor de grupo, sobre todo al momento de elegir los tenistas para asumir los partidos, un déficit que se pagó con derrotas claras y sin ofrecer siquiera rebeldía.
Lo mismo sucedió con el tenis femenino que en la Argentina sigue estancado por varias razones, una de ellas es que la rosarina Nadia Podoroska protagoniza una suerte de involución, se alejó del radar de las mejores del planeta tan rápido como había sido captada en 2020 con su acceso a las semifinales de Roland Garros.
Entre la mala temporada de Podoroska y otra tenista como Paula Ormaechea que se esfuerza por retomar a los primeros planos, la gran esperanza del tenis nacional apunta a la marplatense Solana Sierra, de 18 años y talento para hacer ruido el año que viene.
En la Copa Billie Jean King, Argentina sorteó la Zona Americana y luego protagonizó una eliminatoria con Brasil en la que se perdió antes de jugar por los errores en la elección de la estrategia y de las jugadores de la capitana Mercedes Paz, claves para perder el clásico sin oponer resistencia, con las tenistas desenfocadas y un paso por Tucumán que se asemejó a un viaje de egresados.
En el circuito de dobles, el marplatense Horacio Zeballos dejó el “top ten” ya que no es más el sexto del mundo sino el 14, y pese a que junto a su compañero catalán Marcel Granollers jugaron el Masters en Turín, perdieron los tres partidos de su grupo y dejaron en evidencia que están en la etapa final de sus carreras a los 37 y 36 años.
El análisis final de los tenistas argentinos se lo lleva el tandilense Del Potro, quien a los 34 años cerró una carrera brillante, signada por las lesiones.
El campeón del US Open 2009, de la Davis en 2016 y doble medallista olímpico, en Londres 2012 y Río 2016, recién volvió a tocar una raqueta en febrero durante al Argentina Open para despedirse entre lágrimas ante un público que lo ovacionó de pie en el partido de primera ronda ante el azuleño Federico Delbonis, otro héroe de la gesta de Zagreb de hace seis años.
A nivel internacional se consagraron dos nuevos número uno del planeta, el murciano Alcaraz entre los hombres y la polaca Iga Swiatek entre las damas, en un año en el que “Rafa” Nadal confirmó su vigencia con la conquista número 14 de Roland Garros, que sumado al Abierto de Australia le permitieron convertirse en el hombre récord en títulos de Grand Slam con 22 coronas, una marca impresionante.
Nadal aventajó al serbio Novak Djokovic (21) y al suizo Roger Federer (20), el eximio tenista que a los 41 años le puso punto final a su carrera, con una despedida por demás emotiva que se dio en el marco de la Laver Cup, en Londres.
Federer, integrante del “Big Three” junto “Rafa” y “Nole”, se fue del tenis con su aura de caballero y gran campeón, y un récord de 8 títulos en Wimbledon, dejando un vacío imposible de llenar ya que se trató de alguien único e irrepetible.
Con información de Télam