LATINAS EN LA WNBA – PASADO, PRESENTE Y FUTURO: El legado de la cubano-estadounidense Rebecca Lobo

Para la gran celebración del Mes de la Herencia Hispana 2022, ESPN Deportes les presenta esta serie especial, Latinas en la WNBA – pasado, presente y futuro:

  • Tradiciones y valores culturales de las jugadoras latinas

  • Diana Taurasi está orgullosa de sus raíces argentinas

  • El legado de la cubano-estadounidense Rebecca Lobo

  • Evina Westbrook es la primera jugadora mexicoestadounidense en la WNBA

  • La WNBA necesita reclutar más latinas en cada nivel

  • Katie Benzan este año se convirtió en la primera jugadora dominicana en la WNBA

  • Rebecca Lobo, Parte 2

  • Terri Acosta, del NY Liberty, es la única preparadora física latina en la WNBA

  • Cuán difícil es ser joven agente libre

  • Quiénes son las promesas latinas de hoy


REBECCA LOBO: ÍCONO Y LEYENDA

Campeona del básquet universitario con UConn. Campeona olímpica con Estados Unidos. Vanguardista de la WNBA. Estrella, figura, ejemplo a seguir. Mujer de sangre latina.

Bien podría estar hablando de la GOAT, Diana Taurasi… pero no. Me refiero a la gran Rebecca Lobo, cuya carrera en el básquetbol no se detuvo con su retiro como jugadora.

Al conversar con Lobo, hay dos temas recurrentes: su amor por la familia y su pasión por el básquetbol. En esta primera columna de dos sobre Lobo en nuestra serie sobre las Latinas en la WNBA, examinamos su legado en el mundo del básquet femenino.


UCONN Y LOBO: TRAMPOLÍN QUE LLEVÓ A LA CREACIÓN DE LA WNBA

Es imposible citar la historia de Lobo en la cancha sin abundar sobre sus acontecimientos universitarios, puesto que el furor que crearon ella y sus UConn Huskies por el básquet femenino a nivel nacional llevó en gran parte a la creación de la WNBA.

Su camino al éxito en la duela empezó en la preparatoria de Southwick-Tolland Regional High School, donde en 1991 estableció la marca histórica de puntos anotados — por una niña o un niño — en el estado de Massachusetts. El récord no sería eclipsado hasta 2009.

De las aproximadamente 100 universidades que después le hicieron ofertas, la pívot de 6 pies 4 pulgadas seleccionó ir a jugar a UConn bajo el entrenador Geno Auriemma. Se puede decir que esa decisión ayudó a cambiar el curso de la historia del básquet femenino para siempre.

En su año final, 1995, Lobo fue la MVP del Final Four, y fue votada Jugadora Nacional del Año de forma unánime. El equipo terminó con marca perfecta, de 35-0. Lobo guió a las UConn Huskies a su primer título nacional, al vencer a las Tennessee Lady Vols de Pat Summitt.

El excepcional nivel de juego de Lobo y compañía ayudó a aumentar la asistencia al Gampel Pavilion durante sus años universitarios por un 485%.

Ese logro marcó el principio de la grandiosa dinastía de Storrs que ha conquistado 11 coronas de la NCAA. El segundo de esos campeonatos llegaría cinco años después, cuando una cierta Sue Bird jugaba su segundo año con las Huskies…

La cubano-estadounidense se graduó de UConn como la máxima rebotera (1,286) y bloqueadora (396) histórica de UConn y segunda en puntos (2,133) en la lista histórica.


MEDALLISTA DE ORO OLÍMPICO CON EE. UU.

Justo después del título con UConn, Lobo fue seleccionada al equipo nacional de Estados Unidos.

Fue una preparación ardua bajo la entrenadora Tara VanDerveer rumbo a Atlanta 1996. El Dream Team femenino quedó invicto y ganaría la medalla de oro olímpico, mejorando su actuación de bronce de cuatro años antes.

Lobo, la integrante más joven del equipo, no jugó muchos minutos. Las jugadoras más experimentadas no estaban contentas de que el público clamaba por la joven de 22 años que recién vieron lucirse con UConn.

Aun así, Lobo describe la experiencia de jugar a un lado de jugadoras de la talla de Lisa Leslie, Sheryl Swoopes y Dawn Staley como una de valor incalculable para el próximo paso en su carrera.


REBECCA LOBO, PIONERA DE LA WNBA

La popularidad del básquet femenino crecía, y se debía en parte por los triunfos de Lobo con UConn. El ex comisionado de la NBA, David Stern, tuvo gran visión en aquel momento para ayudar a iniciar la nueva era en el básquet profesional de mujeres. Así nació la WNBA.

Cuando la WNBA se formó en 1997, Lobo estuvo entre las primeras tres jugadoras seleccionadas, junto a Swoopes y Leslie. En el draft de distribución inicial, Lobo fue asignada al New York Liberty, donde militó hasta 2001.

Así que ya saben la respuesta a la pregunta de trivia: ¿quién fue la primera latina en la WNBA y cuándo comenzó en la liga? ¡Fue la cubano-estadounidense Rebecca Lobo y empezó en la WNBA desde que se formó en 1997!

Lo que la hace súper especial es que sus contribuciones en UConn prácticamente llevaron a la formación de la liga. No todas las jugadoras pueden decir eso. Lobo es pionera de la WNBA desde varios ángulos.

Lobo estuvo con las Houston Comets en 2002 y con el Connecticut Sun en 2003. Pero sufrió un desgarro del ligamento cruzado anterior y se vio limitada a apenas 38 partidos en sus últimas cuatro campañas.

Luego de promediar 12 puntos y 7 tableros en sus primeras dos temporadas, fue seleccionada al Juego de Estrellas de la WNBA inaugural de la liga en 1999. Sin embargo, no pudo participar debido a su lesión.


FAVORITA DE LOS FANS LATINOS EN LA WNBA

Por toda la admiración que recibió rumbo al título nacional bajo la tutela de Auriemma, Lobo siente que los fans no la apreciaban como cubana o latina, “Es muy interesante porque cuando estaba jugando mi carrera universitaria en UConn … todavía no me aceptaba realmente la comunidad latina. No creo que se dieran cuenta de que mi abuelo era cubano y que yo era un cuarto cubana”.

Por otro lado, Lobo cuenta que sintió el calor de la gente latina de inmediato en la incipiente WNBA, “Cuando entré en la WNBA a fines de los años 90 … la comunidad hispana de veras me acogió”, recuerda. “Hacía eventos para la Fundación de la Herencia Hispana o eventos benéficos, o recibía un premio de la Herencia Hispana… y venía más y más gente”.

Pese a las lesiones, el apoyo de los fanáticos hispanos siempre le sirvió de motivación para mantenerse positiva. “Recuerdo claramente cuando jugaba con las Houston Comets e iba a jugar en L.A., y un gran grupo de fanáticos hispanos esperaba para verme y hablar conmigo después del juego, vistiendo mi camiseta.

Fue un sentimiento increíble, cálido, de ser acogida por una comunidad que buscaba una jugadora de la WNBA que los representara. Ese viaje fue interesante. No fue hasta que llegué a la WNBA que realmente me aceptaron por esa parte de mi herencia”.

Sin duda, a los latinos nos emociona vernos representados en el deporte… si no por nuestro país, entonces por alguien latinoamericano o con raíces latinas.

Es una lástima que Lobo no compartió la cancha con la próxima latina en ingresar a la liga; Diana Taurasi debutó en 2004, cuando ya Lobo había colgado la playera. Eso sí hubiera sido un espectáculo explosivo.


EL BÁSQUET SIEMPRE SERÁ SU PASIÓN

Al retirarse como jugadora, Lobo simplemente no quiso alejarse del básquetbol. Tan solo un año después, en 2004, comenzó a trabajar con ESPN como comentarista del básquet femenino. Para ella, es una obra de amor.

En la temporada de invierno, Lobo cubre el básquetbol femenino universitario, ya sea como analista de los partidos o desde el estudio. Comentó emocionada que es su responsabilidad narrar el partido de campeonato nacional.

Luego desde la primavera hasta el otoño, es la cara y voz conocida en los partidos de la WNBA en ESPN, incluyendo las Finales de la WNBA — de hecho, recién tuvo el honor de narrar las Finales de 2022 en que A’ja Wilson y Las Vegas Aces vencieron al Connecticut Sun en cuatro partidos para conquistar su primera corona.

Confiesa Lobo, “Es realmente una especie de sueño hecho realidad, un trabajo de ensueño para cualquier persona que ama el básquetbol”.

Fuera de la duela, Lobo continúa promoviendo la liga que ella vio nacer, a la cual le dio impulso con su talento en la cancha… La meta es atraer más aficionados e inspirar a más mujeres jóvenes a participar en el deporte. Dado que la WNBA está a punto de expandirse, (otra) misión cumplida para Rebecca Lobo.

Su conocimiento del deporte es fascinante. Al narrar el básquet universitario, Lobo tiene asiento de primera fila a las estrellas del mañana de la WNBA. Al narrar la WNBA, es un almacén de datos de todas las jugadoras de ayer y de hoy, de los equipos, de los estilos, de los entrenadores, de la evolución de la liga…

Cuando Lobo — ya miembro del Salón de la Fama del Baloncesto Femenino (2010) y del Salón de la Fama de Mujeres de Connecticut (2016) — recibió el llamado para ser parte de la Clase de 2017 del Salón de la Fama del Baloncesto Naismith Memorial, ella eligió al también miembro Auriemma para presentarla en la ceremonia.

En el escenario concluyó su discurso dirigiéndose a su exentrenador, con la voz quebrada y casi con lágrimas en los ojos, “Has cambiado mi vida y estoy aquí esta noche completamente gracias a ti. Gracias”.

De muchas maneras, esas palabras se pueden dirigir también hacia Rebecca Lobo por todo su trabajo incansable con la WNBA y el básquet femenino, de parte de todas aquellas a quienes inspira a ser parte de la WNBA, “Has cambiado mi vida y estoy aquí … gracias a ti. Gracias”.

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