Los Pumas, históricos: el try de González para torcer el resultado
La palabra “histórico” se repite y hasta puede quedar corta para dimensionar la victoria de Los Pumas a los All Blacks 25 a 18 en Nueva Zelanda. Y el momento que empezó a cambiar el trámite del encuentro fue el try de Juan Martín González, cuando el equipo argentino demostró toda su personalidad en un momento clave.
A los 46 minutos, luego de haber sufrido tres puntos en contra por un penal del apertura neozelandés, Richie Mo’unga, Los Pumas salieron con todo en la jugada siguiente para dar vuelta el resultado que los tenía por debajo 18 a 12.
Tras una gran salida de Santiago Carreras, el wing y una de las figuras con 20 puntos, Emiliano Bofelli, fue a cargar la pelota contra tres jugadores de Nueva Zelanda y ensució la jugada. Los locales hicieron un knock-on y la pelota derivó en las manos de González que, con todo su oportunismo y enfoque, rompió dos tacles y se fue directo al in-goal. Decretó el try que no solo devolvía al equipo argentino al partido, sino que servía para dar vuelta la historia y poner el 19 a 18, tras la conversión de Bofelli.
El número 6 de Los Pumas se deshizo de Sam Cane, uno de los mejores tacleadores del mundo, después se sacó de encima a George Bower y al medio scrum Aaron Smith y ni siquiera Caleb Clarke, el wing potente que comparan con Lomu, pudo detenerlo en su camino al try.
El tercera línea de 21 años, que se vistió de back y evidenció toda su potencia, demostró una de las fortalezas mentales de Los Pumas en este ciclo del entrenador australiano Michael Cheika: no dar ninguna pelota por perdida y salir con todo luego de recibir puntos en contra, algo que estaba en el debe en los últimos tiempos de los argentinos.
A partir de ese try de González, el seleccionado argentino de rugby bancó la parada a base de tacles (93% de efectividad, errando solo 8 de 203 intentados) y detuvo los embates de uno de los mejores equipos del mundo con una defensa sólida y muy concentrada. Los Pumas consolidaron, con mucha jerarquía, el primer triunfo en la historia en tierras neozelandesas y el segundo en total, luego del triunfo conseguido en Sidney en 2020, cuando se jugó un Rugby Championship reducido por la Pandemia, en Australia.