PADEL – Pol Hernández: “Plantar cara a Chingotto y Galán fue de ensueño, estoy muy feliz”

Pol Hernández (Montornès del Vallès, 2004) es uno de aquellos jóvenes talentos que está brillando con luz propia en Premier Padel. Después de mucho trabajo y sacrificio, el catalán ha firmado un espectacular final de temporada junto a ‘Rama’ Valenzuela, sellando el 2024 con unos espectaculares octavos de final en el Milano P1. 

Su gran actuación contra Chingotto-Galán dio la vuelta al mundo, estando muy cerca de firmar la que habría sido una de las mayores sorpresas del año. Después de todas las emociones vividas en el Allianz Cloud, en la Chiquita Padel de Mundo Deportivo hablamos con el jugador de la M3 Padel Academy. 

Muy buenas Pol, ¿cómo estás?

Bueno, la verdad que ahora mismo estoy ya un poco agotado de todo el año, que ha sido muy duro. Pero bueno, al final yo creo que hemos acabado bien y cumpliendo todos los objetivos. Por mucho que esté cansado, estoy orgulloso de como ha ido el año y con ganas que empiece el 2025. 

Antes de entrar en detalle, vamos a repasar los inicios. ¿Cómo empieza tu relación con el pádel?

Empecé gracias a mi padre y a mi madre, que estaban todo el día jugando a pádel. Yo a los 9 años también hacía fútbol en la escuela del Barça, pero estaba muy cansado porque ese mundo era ya demasiado tóxico. Entonces, mi padre se decantó por apuntarme un día a un campus de pádel y a mí me gustó. Pasaron unos meses y la verdad que me ponía a llorar cada vez que me tocaba ir a entrenar al fútbol porque no gustaba, así que lo dejé y me decanté por el pádel. Al principio era muy malo, pero me lo pasaba bien y me divertía. 

¿Cuál fue el momento en el que haces el clic mental y te das cuenta de que podías dedicarte a ello?

Fue cuando tenía 11-12 años, cuando Pablo Crosetti vino a vivir a Granollers desde Argentina y era mi entrenador. Fue como un poco el que me impulsó en el sentido de que compitiera, que diera un paso más. Él se centraba mucho en mí y me ayudaba cada día. 

Primero entrené con Albert Nogueras, pero fue a partir de ahí que Crosetti me inspiró a hacer el cambio. Ya fue a partir de los 15-16 donde tenía claro que lo que quería era jugar al pádel y darlo todo para llegar lo más lejos posible

Más tarde decides irte a Madrid para dar un paso más en tu carrera. ¿Fue difícil dejar tu vida atrás para empezar una nueva etapa?

Sí, la verdad es que fue un paso duro porque era irte lejos de tu familia, de tus amigos y de toda la gente. Pero bueno, mis padres también lo tenían muy claro y, al final, Madrid está a tres horas en tren y una en avión. Tenía toda la vida ahí, los entrenadores, el club donde he estado siempre… Pero yo creo que me servía para dar un paso más y necesitaba probarlo. Si no, siempre estaba a tiempo de volver. 

Me fui a vivir con Noa (Cánovas), mi novia, pero hay momentos que se te hacen más duros, sobre todo porque sabes que estás lejos de los tuyos y no te podrán ayudar. Pero bueno, creo que ha valido la pena y estoy muy orgulloso.

A veces no nos fijamos en todo el trabajo y esfuerzo que hay detrás de un jugador profesional. ¿Cómo has vivido todo este proceso de preparación para llegar hasta Premier Padel?

Fuera de la pista, hay muchas facetas que al final influyen muchísimo en tu rendimiento. En mi día a día entreno una hora y media de físico y también de pádel, a veces doblando turnos. Y, luego, el pádel requiere estar mentalmente todo el rato perfecto. Yo por suerte también trabajo con Eli Amatriain, que es mi psicóloga. Llevo más de 1 año trabajando con ella y yo creo que es de los cambios más grandes que he notado. Me ha ayudado muchísimo porque al final con tantos torneos, tantos viajes y estar fuera tanto tiempo es muy importante estar bien centrado.

Por suerte este año lo he enfocado muy bien, pero como decías todo lo que ocurre fuera de la pista es muy complicado. Hay mucha gente que dice que es muy bonito viajar, pero de verdad es que si vas por torneos, no te paras a visitar muchos países. Compites, descansas y te vas. Es más duro de lo que parece. 

Y siendo tan joven, supongo que también hay la parte que hay que renunciar a muchas otras cosas…

“Para mí, lo más importante ahora mismo es el pádel y vivir para ello, ya habrá tiempo para disfrutar con los amigos y la familia”

Hay veces que piensas, ¿preferirías hacer otros planes de los que te tocan por compromiso? Pero bueno, al final tenemos que ser conscientes y estar orgullosos de que tenemos la suerte de poder dedicarnos a algo que nos gusta y, por lo tanto, hay que hacer las cosas bien. 

Hay muchas veces que igual me gustaría que salir con mis amigos o ir a cenar, pero no puedo porque al día siguiente compito o hay que entrenar. Es importante cuidar esas cosas y ser lo más profesional posible. Para mí, lo más importante ahora mismo es el pádel y vivir para ello, ya habrá tiempo para disfrutar con los amigos y con la familia. 

Esta temporada has competido en distintos circuitos y has viajado mucho para acabar compitiendo en Premier Padel. ¿Cuáles son las mayores dificultades que tenéis los jugadores que no estáis tan alto en el ranking?

Bueno, ahora principalmente son los puntos, que son muy difícil de conseguirlos. Por ejemplo, desde el caso de ‘Rama’ y el mío, que empezamos con muy pocos puntos. Estábamos con unos 100-120 y, al final, para jugar Premier Padel necesitas 600. Por eso mismo hemos viajado por todo el mundo para jugar torneos FIP, que en comparación dan muchos menos puntos, pero te ayudan a ir sumando. 

Al final, desde menor es muy complicado ir directamente a Premier Padel por el tema de los puntos. Tienes que viajar y currártelo, pero al final sí que te da ese privilegio. Eso sí, una vez entras lo haces en previas, que ahí es donde empieza un poco la matanza. Son partidos muy duros. 

Ahora justamente vienes de un gran torneo en Milán junto a Valenzuela en el que llegas por primera vez a octavos de final. ¿Qué sensaciones tienes después de terminar así la temporada?

Pues la verdad es que yo creo que no le podemos poner un broche mejor, haciendo nuestros primeros octavos juntos. Llevamos todo el año en currando muchísimo y hemos hecho un trabajo muy bueno para poder acabar de esta manera. Fue increíble ganarle a una pareja fuerte como es Javi (Leal) y Campa. 

Cuando ganamos el partido creo que aún no nos lo acabamos de creer, y más aún luego haciendo un gran partido contra Galán y Chingotto. Estuvimos ahí en el primer set y tuvimos nuestras oportunidades, pero acabaron cayendo de su lado. Al final son la pareja 2, compite mejor que nosotros y han pasado por 1.000 situaciones iguales o parecidas a esas. Yo creo que mejor no podemos hacerlo, entonces hay que estar orgullosos.

¿Qué fue lo primero que te pasó por la cabeza cuando terminó el partido?

Acabé un poco rayado. El primer set estuvimos ahí y nos encontramos con opciones, así que se te queda un poco el ‘run run’ en la cabeza. Pero, si te soy sincero, estoy contento por el resultado. Si hay que perder, es mejor hacerlo así: jugando a ese nivel, plantando cara en todo momento y proponiendo nuestro pádel. Les pusimos ahí un poco entre las cuerdas siendo la pareja que son. Han hecho casi siempre finales y solo dos semifinales, la verdad es que fue de ensueño, estamos muy felices.

Cuando acabó el partido estaba un poco derrotado, pero a la que pasan los días y te van llegando mensajes de la familia y amigos y todos te dicen que están orgullosos, pues tienes que quedarte con eso. Todo lo que pasó también me da más motivación para afrontar el próximo año. 

¿Te esperabas acabar la temporada a ese nivel?

Pues no, la verdad. Hoy justo lo estaba hablando con mi psicóloga y le decía esto: yo ya me imaginaba que el año podía ser bueno tal y como empezó, pero acabar como lo hicimos en mi cabeza era impensable. Competir contra parejas top aunque quedes eliminado te da una sensación muy buena, para decir: ha sido un gran año, hemos hecho un trabajo increíble desde el principio y acabar de esta manera es un regalo. 

Ahora llevas ya mucho tiempo compartiendo pista con ‘Rama’ Valenzuela. ¿Qué significa él para ti y qué te aporta en tu juego?

El año pasado jugamos un par de torneos juntos hasta que él se tuvo que ir por motivos personales a Argentina. Este año yo me vi en la situación de que no tenía puntos, iba a empezar la temporada y no tenía compañero. Yo sabía que somos muy amigos desde siempre y tenemos un nivel parecido, así que hablé con mis entrenadores y se lo propuse. A ‘Rama’ le dije, ¿quieres hacer el proyecto de este año en serio? Empezamos desde abajo y vamos ganando puntos hasta lograr el objetivo.

Yo creo que le doy solidez en defensa y en ataque, intentar no fallar muchas bolas y crear bastantes puntos para él, que tiene ese desparpajo y talento que gana muchos puntos de forma natural. Él me aporta mucho winner, sobre todo con las voleas y con el remate y también recupera bolas que son increíbles. Yo creo que hacemos buena dupla y el año que viene espero seguir formando equipo con él. 

¿Qué esperas de la próxima temporada?

Estamos cerca de salir directamente desde cuadro. Aún no nos hemos puesto un objetivo concreto, pero yo creo que hay que intentar seguir ganando primeras rondas en cuadros y picar piedra contra los cabezas de serie. Hay que intentar repetir lo de Milán y, si es posible, meter un poquito de mano a los que están arriba y ganar algún partido contra parejas del top-8. 

Dentro de tu etapa profesional, también juegan un papel importante Ángel Cobo, Jorge de Benito y la M3 Padel Academy. ¿Qué significan ellos para ti?

Llevo un par de años en la academia desde que me mudé a Madrid y solo tengo palabras de agradecimiento, la verdad es que me han hecho crecer como jugador y como persona. Te exigen siempre al máximo en cada entreno, te animan todo el rato y te preguntan por los resultados y los viajes. 

En los FIP íbamos sin entrenador, pero desde que estamos en Premier Padel ya se podían sentar ahí con nosotros. Benito es el que más se ha sentado con nosotros y la verdad es que nos mete mucha caña cuando quiere, pero también nos anima mucho y nos conoce a la perfección. Sabe bastante como llevarnos y hemos hecho gran año con él.

En la academia entrenas con algunos de los mejores jugadores del mundo. Por vuestro estilo de juego, ¿te fijas mucho en Chingotto?

Sí, está claro. Jorge Martínez, su entrenador, obviamente me dice que me fije en Chingotto. Él es bastante mejor que yo (se ríe), pero nos parecemos algo por nuestro estilo de juego e incluso físicamente. En general, me intento fijar mucho en jugadores de derecha que son más sólidos y más bajitos y me gusta mucho aprender, sobre todo cómo se mueven en la pista. 

Entrenando es donde más se aprende y, sobre todo, cuando entrenas contra ellos. A veces hasta incluso te corrigen algunos aspectos, te dicen muchas cosas que, al final, si te paras a pensar, tienen mucha razón. 

Para terminar. ¿Si tuvieras que pedir un deseo en clave pádel, cuál sería?

Un sueño sería estar dentro de las parejas top-4 del mundo. Luego, también te diría que jugar con Galán o con Tapia. Obviamente, sé que es muy difícil, pero quién sabe. Igual de aquí a unos años tengo el privilegio poder jugar con ellos y, si no, pues tocará seguir trabajando para mejorar. Creo que también es muy importante estar satisfecho y orgulloso de haberlo dado todo para llegar al máximo nivel.  

Fuente: mundodeportivo.com

Similar Posts

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *