PADEL – Tapia y Coello quieren coronarse en Mar del Plata: victoria sufrida para los número 1 en semifinales

Después del espectáculo que nos brindaron las primeras cuatro protagonistas de la noche en Mar del Plata, el siguiente turno fue para los número 1, que se enfrentaban a Mike Yanguas y Javi Garrido. Un duelo que ya hemos visto en repetidas ocasiones esta temporada, hasta entonces con resultados muy favorables para el de Catamarca y el vallisoletano, que esta vez se encontraron con una competencia mucho más elevada.

Agus Tapia y Arturo Coello empezaron con una marcha más que sus rivales, logrando una ruptura rápida que les daba la primera superioridad. Pese a la lentitud de la pista, impusieron un ritmo de juego vertiginoso al que los andaluces trataron de adaptarse como pudieron. De hecho, aprovecharon su única opción de break para igualar el partido, aunque el esfuerzo quedó totalmente en vano. Con un último arrebato, los Golden Boys terminaron apuntándose un primer set en el que fueron claramente dominadores.

Sin embargo, el inicio de la segunda manga dio aire a Garrido-Yanguas, que empezaron a crecerse poco a poco, desafiando con atrevimiento el plan de partido de sus contrincantes. La igualdad empezó a reinar dentro del 20X10, hasta que finalmente el tie-break dictó sentencia a favor de la pareja 6, que conseguía empatar el duelo in extremis. Tapia-Coello pagaron cara su poca efectividad en sus opciones de quiebre, sin convertir ninguna de las tres oportunidades que generaron.

El alirón anímico de los de Juani Mieres les valió para ponerse por delante gracias a un break en el tercer juego del último set, aunque los número 1 recuperaban el terreno perdido de forma inmediata. Pero la ambición de los grandes campeones no se conformó con un simple empate, sino que se empeñaron en darle la vuelta a la tortilla de forma épica, pasando del 1-2 al 6-2 en un abrir y cerrar de ojos.

Con sudor y sufrimiento, Agus y Arturo se llevaban un enfrentamiento muy exigente a nivel físico: 6-3, 6-7 y 6-2 en más de dos horas y cuarto de juego. El de Catamarca lo definió a la perfección una vez terminada la batalla: “Muchas gracias para levantarnos cuando ya no nos quedaba energía”, agradecía el albiceleste a su público, que se ha mostrado fiel desde el primer día.