Para los hinchas chinos del fútbol, el Mundial pone de relieve los confinamientos por el COVID

Las imágenes de hinchas sin mascarilla disfrutando de la Copa del Mundo en estadios cataríes abarrotados, o en bares y calles del extranjero, han puesto de manifiesto para muchos chinos frustrados la diferencia entre las estrictas restricciones por el COVID-19 en su país y un mundo que ha dejado atrás las mascarillas y los confinamientos.

Los comentarios en las redes sociales de China, un país apasionado por el fútbol, demuestran un creciente sentimiento de aislamiento entre la población, así como el cansancio y el enfado por el camino elegido por las autoridades para enfrentar el COVID-19, que consiste en confinamientos, pruebas frecuentes y fronteras cerradas.

Por ejemplo, en la madrugada del jueves se hizo viral en la red social china Weibo un video de cientos de hinchas japoneses enloquecidos en el cruce de Shibuya, en Tokio, tras la inesperada victoria de Japón sobre Alemania por 2-1.

“¿Es este el mismo mundo que el nuestro?”, se preguntaba un usuario de Weibo de la provincia de Sichuan en un comentario con miles de likes.

“¿Han hecho una prueba de COVID?”, escribió otro, burlándose de los requisitos de los exámenes en China, que en algunos lugares son diarios en medio de un resurgimiento de los casos. “¿Por qué no llevan mascarillas?”.

Comentarios como estos han inundado las redes sociales chinas desde que comenzó el Mundial el domingo por la noche, una señal de que algunos chinos sienten que han encontrado un espacio seguro para desahogarse sobre las políticas del país contra el COVID.

“Han pasado tres años, ¿todavía no se han resuelto los casos de COVID?”, escribió un usuario de la provincia de Cantón.

Una carta abierta a la Comisión Nacional de Salud de China en la que se cuestionaban las políticas de COVID se preguntaba si China estaba “en el mismo planeta” que Qatar y se hizo viral el martes antes de ser eliminada.

“Mi mayor conclusión al ver el mundial: ¡nadie lleva mascarilla y nadie tiene miedo a la pandemia!”, escribió un usuario de Weibo apellidado Wang. “¿Hasta cuándo las políticas nos mantendrán encerrados? ¿No somos de la misma especie que los del resto del mundo? ¿Ahora cerramos todo el país al mundo?”.

La emisora estatal CCTV ha gastado millones de dólares en derechos para transmitir el evento, a pesar de que China no ha clasificado a la competencia desde 2002, su única aparición.

En las áreas de vida nocturna de Pekín, los bares están cerrados, aunque algunos han ofrecido discretamente transmisiones secretas, con fanáticos que mantienen el volumen de la televisión y sus vítores bajos para no alertar a las autoridades.

La mayoría de las personas, sin embargo, se han visto obligadas a ver los partidos desde casa.

Con información de Reuters

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