Schwartzman vive un drama por los ataques de pánico: "Perdés el control"

Diego “Peque” Schwartzman reconoció que sufre ataques de pánico y de ansiedad, que inclusive muchas veces padece durante los partidos de tenis. El deportista de 30 años reveló que, a pesar de haber estado entre los diez mejores del ranking de la ATP, hubo momentos en los que jugó desganado y hasta la pasó muy mal en la cancha.

En la entrevista con Clarín, el ex número 8 del mundo se soltó y detalló qué le sucede cuando sus problemas de salud se manifiestan. Además, se refirió a su flojo arranque de 2023 en el circuito, al rol clave de su familia para superar los malos tragos y a su futuro en el tiempo que le queda de carrera profesional.

Acerca de lo que le pasa por la cabeza a un tenista de elite, el porteño resaltó: “Es algo obvio lo que voy a decir, pero cuando no ganás es difícil disfrutar. Hoy cuesta un poco más el día a día, poner buena cara en la competencia o afuera, porque las cosas no van muy bien”. Sin embargo, aclaró que “ahí está el gran desafío también: lograr que eso lleve a buscar soluciones y no a perder la alegría, la rutina ni las ganas de hacerlo mejor”.

Con respecto a su irregular inicio de año en las canchas, Diego aclaró: “Estoy entrenando muy bien, pero la diferencia quizás es que no tengo la seguridad que tenía en momentos clave de los partidos, cuando estaba 4-4 o en un tie break, en esos momentos en los que robaba puntos y ganaba en situaciones incómodas. De ahí nacía mucha seguridad en mi juego”. “Creo también que mis rivales están leyendo mi realidad y mis errores y jugando mejor ante el Diego que estuvo en los últimos meses en competencia. Ahí es donde tengo que volver a hacerme fuerte”, reflexionó.

No obstante, Schwartzman remarcó que es muy autocrítico en el día a día y que no les da tanta importancia a las críticas en Twitter: “Yo me enojo más conmigo que con los comentarios en las redes, porque vas entendiendo cómo funciona un poco eso. Aunque es cierto que sufro mucho cuando veo cuánto afectan esas cosas a la gente que me rodea, a mi familia. Pero aprendés a vivir con eso”. Igualmente, se hizo tiempo para valorar lo que consiguió en su trayectoria y señaló: “La verdad, cuando era chico, ni yo ni nadie pensaba que iba a lograr todo lo que logré. Entonces, ¿qué puedo criticarme de mi carrera? ¿Ser el 32° del mundo? Es espectacular. Perdí un partido de tenis, no estoy jugando bien… Ojalá pueda volver a hacerlo pronto, pero creo que con todo lo que logré, no hay margen de crítica. Aunque el que quiera hacerlo, que lo haga”.

El Peque Schwartzman detalló sus ataques de pánico y ansiedad: “No sabía por qué el cuerpo reaccionaba así”

Sobre los problemas de salud que terminaron repercutiendo en la cancha, el tenista confirmó que “no fue fácil, aunque no fueron ataques muy graves”. “El año pasado, en distintos momentos, tuve algunos calambres en partidos”, recordó. Incluso, detalló: “Cuando iban 50 minutos o una hora de juego, sentía todo el cuerpo acalambrado. Fue duro, porque no sabía por qué el cuerpo reaccionaba así”.

A la hora de describirlo, destacó que “en esos momentos te agarra un poco más de ansiedad y perdés el control un poco”. “Me pasó en otras situaciones fuera de la cancha. Lo trabajé, busqué soluciones y hoy, más allá de que los resultados no se dan, afuera de la cancha, con mi gente y en mi día a día estoy espectacular”, amplió. Entre risas, especuló con que “quizás necesitaría estar un poco peor afuera” y profundizó: “Antes estaba muy aislado de todo cuando me iba mal porque me tiraba muy abajo, y cuando me iba bien, porque no quería salir de la rutina. Hoy estoy menos aislado, pero las cosas no salen con mi tenis. Será cuestión de encontrar la combinación justa”.

“Cuando las cosas no salen, me tiro mucho para abajo. Soy el primero que se castiga. Y a veces me cruzo con gente que me frena y me recuerda esos logros o me dice cosas lindas y entonces digo: ‘Che, ¿dónde está el problema?’. Y no está el problema. Es como decía con las críticas”, pensó Diego. “El otro día estaba entrenando con (Carlos) Alcaraz (número 2 del mundo) y lo jodía diciéndole: ‘Mirá que en los últimos cuatro años, perdí dos partidos en esta cancha’. Y después pensaba: ‘¿Cómo puede ser que esté tan quemado y que pierda de vista las cosas que fui logrando por un par de meses malos?’. Pero uno a veces entra en una vorágine que no lo ve tan claro”, insistió.

Acerca de su marcado descenso en la clasificación general, Schwartzman indicó que “uno no quiere mantener ese status, ese nivel y ese ranking. Lo querés seguir sosteniendo para siempre, hasta que ya no te dé”. Sin embargo, reiteró: “Por eso, cuando bajo un poco, me castigo mucho. Porque no quiero irme de ahí. Quiero seguir perteneciendo y no quiero retroceder ni medio paso. Quiero llegar a mi casa y que no haya reproches”. Y completó: “Pero lo más difícil es mantener el ranking y el nivel muy alto durante muchos años. Mis ganas para lograrlo están. Es una gran motivación. Ojalá que vuelvan el buen nivel y las buenas sensaciones adentro de la cancha. Y ojalá pueda volver a sentirme bien jugando bien”..

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