Cómo la NBA ha impulsado su crecimiento global con la ayuda de su academia para talentos jóvenes en México

La NBA inicio la temporada 2022-23 contando con una cifra histórica de 120 jugadores internacionales, los quienes originaban de 40 países, en los planteles de sus equipos. Ese empuje global se debe en parte a las cuatro academias para talentos jóvenes operadas por la NBA en Australia, India, Senegal y México, pais que el sábado recibirá el partido entre Miami Heat y San Antonio Spurs.

México se ha destacado en décadas recientes como uno de los socios más importantes de la NBA con respecto a la meta de la liga de crecer más allá de las fronteras de Estados Unidos y Canadá. El encuentro de temporada regular del sábado en la Arena Ciudad de México será el duodécimo realizado en tierras mexicanas desde 1997. Sin embargo, apenas cuatro jugadores nacidos en México han llegado a la NBA; el último, Jorge Gutiérrez, militó partes de cuatro temporadas con Brooklyn Nets, Milwaukee Bucks y Charlotte Hornets. En la actualidad, el modelo a seguir para la afición mexicana de la NBA es el delantero de Los Ángeles Lakers Juan Toscano-Anderson, quien nació en Oakland y representa a la selección de México de básquetbol debido a su herencia por el lado materno.

Para impulsar su crecimiento en Latinoamérica, puesto que apenas 10 de los jugadores internacionales mencionados anteriormente provienen de la región, la NBA fundó la academia en México para desarrollar el talento presente en esta parte del mundo y al mismo aportale a dichos prospectos la oportunidad de cumplir con el sueño de realizar una carrera profesional fuera de la ruta tradicional. La NBA Academy Latin America abrió sus puertas en 2018 y está ubicada desde el año pasado el complejo de La Loma en San Luis Potosí, a unas 250 millas al norte de la Ciudad de México.

“La [academia] es para toda Latinoamérica”, asertó Marc Pulles, líder de operaciones para la NBA en México. “Es parte de la pirámide que hemos armado para guiar a los jugadores hacia una carrera profesional”.

Con esta intención, la liga ha instaurado otros programas de desarrollo en México como la Jr. NBA, dirigida a niños de edad de escuela primaria quienes van aprendiendo el juego. De ahí, un elemento de la institución podría unirse a la NBA Academy en San Luis Potosí, luego posiblemente firmar contrato con Capitanes de la Ciudad de México, equipo de la liga de desarrollo G League, todo esto sin salir de México.

Prospectos de otros países de la región y hasta más allá de Latinoamérica ya empiezan a rendir frutos a nivel profesional. Bennedict Mathurin, guardia canadiense de Indiana Pacers, ingresó la NBA Academy en 2018, año en que las instalaciones estaban ubicadas en la Ciudad de México. Posteriormente, Mathurin llegó a ser jugador becado de la universidad de Arizona y fue elegido en el draft de 2022 con la sexta selección global. Este año, tres compatriotas de Mathurin forman parte del plantel de la NBA Academy en San Luis Potosí.

Si bien no se necesita seguir el mismo camino que tomó Mathurin para llegar a la NBA, la liga diseño la agenda de la academia de tal manera que emulara las experiencias tradicionales que ofrecen los programas universitarios de los Estados Unidos. Los jugadores operan bajo un programa rígido y activo que incluye preparación tanto académica como atlética, y son evaluados en ambos rubros.

“Le damos a nuestros jugadores las herramientas necesarias para tener éxito en el basquetbol y en la vida”, expresó Walter Roese, director de la NBA Academy de Latinoamérica. “Cuando la NBA me llamó en 2017 y me dijo qué planeaban hacer aquí, fui muy firme en decir que necesitábamos darles estructura [académica] a estos jóvenes”.

Roese, nacido en Brasil y quien jugó a nivel universitario en BYU-Hawaii, dirige a un grupo de especialistas multinacionales encargados de 12 jugadores provenientes de seis países y Puerto Rico, territorio estadounidense. Relata el entrenador que en la academia de San Luis Potosí se comunica con sus jugadores en tres idiomas, siendo español, inglés y portugués, para motivarlos a llegar a la NBA, como lo hicieron Mathurin y Josh Giddey del Oklahoma City Thunder, egresado de la academia en Australia.

Santiago Ochoa, el único mexicano del grupo, espera lograr justo eso y seguir el ejemplo de jugadores tal y como Eduardo Nájera, el mexicano que estuvo 12 temporadas en la NBA. Ochoa, de 19 años de edad, es además seleccionado nacional y se considera amigo de Toscano-Anderson, con quien intercambia mensajes de texto de manera regular.

“Me siento motivado de estar aquí, porque siento que estoy en el lugar correcto para desarrollar mis habilidades”, manifestó Ochoa. “Aquí puedo seguir mis sueños. Aquí dependo nada más de mí para llegar a donde quiero estar”.

Los buscadores de talento de la NBA suelen frecuentar las academias globales para analizar a jugadores como Ochoa, los quienes tendrían rutas alternativas y no tradicionales disponibles para llegar a ser elegidos en el draft.

“Todos los equipos, ya sean de la NBA o la G League, tienen acceso a la data de nuestros jugadores si así lo quieren”, confirmó Roese.

A diferencia de Mathurin, quien se desarrolló en México antes de pasar al básquetbol universitario de Estados Unidos, Giddey llegó a la NBA mediante la la liga profesional de Australia (NBL, por sus siglas en inglés), circuito importante en el que estrellas de la talla de LaMelo Ball han participado.

Por el lado profesional, México cuenta con Capitanes, franquicia que se unió a la NBA G League en 2021 y la primera fuera de los Estados Unidos o Canadá instalada dentro de uno de los dos niveles más altos del básquetbol de la NBA. El entrenador asistente de Capitanes, Mitch Thompson, además asiste en el desarrollo de los prospectos en San Luis Potosí.

“México es el único país que tiene esta estructura de desarrollo completa, es el único en tener un equipo de G League”, observó Pulles. “Eso es un honor, y permite a los aficionados en México y en Latinoamérica poder ver ese camino a ser un basquetbolista profesional”.

Las personas presentes este sábado en la Arena Ciudad de México este sábado recibirán a Octavio de la Grana, entrenador asistente del Heat de herencia cubana, y hasta donde se tiene entendido el único integrante dentro de los dos equipos con raíces latinas. La NBA espera que pronto cuente con una presencia todavía mayor por parte de Latinoamérica, no solamente con respecto a jugadores sino hasta con franquicia de expansión.

“Claramente, venir a la Ciudad de México por la gran población que hay aquí, pero en esencia también como una puerta al resto de Latinoamérica potencialmente sería muy importante para la liga”, destacó en 2017 el comisionado de la NBA, Adam Silver.

Aunque la idea de una franquicia en la Ciudad de México se puede considerar una ilusión, el potencial para desarrollar a más estrellas de la región siempre es latente. El argentino miembro del Salón de la Fama Manu Ginóbili perdura com el ejemplo a seguir, al retirarse con cuatros anillos de campeón, todos conseguidos en un lapso de 16 años con Spurs. Entre los jugadores activos, el dominicano Al Horford de Boston Celtics fue pieza clave cuando el plantel llegó a Finales de la NBA el pasado verano.

Por el momento, San Luis Potosí, a escasas 600 millas al sur de la franquicia de NBA más cercana, se encargará de desarrollar prospectos que algún día podrían repercutir en la liga.

“Voy a tratar de conseguir el número de teléfono de Jimmy Butler [del Miami Heat]”, dijo Ochoa. “Me encantaría poder mandarle mensajes y que me ayude a mejorar mi juego”.

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