Del éxtasis al desasosiego, el año de la Argentina tras la consagración en Qatar

(Por Fernando Bianculli) El primer año del seleccionado argentino de fútbol después del Mundial de Qatar 2022 comenzó con festejos por la conquista de la tercera estrella, continuó con la confirmación de un equipo competitivo y ganador y culminó de la forma más inesperada por un anuncio que puso en suspenso la proyección del ciclo de Lionel Scaloni.

“Tengo muchas cosas que pensar en este tiempo. Estos jugadores me han dado un montón y necesito pensar mucho qué voy a hacer. No es un adiós ni otra cosa, pero necesito pensar porque la vara está muy alta y está complicado seguir ganando. Estos chicos lo ponen difícil y esta Selección necesita un entrenador que tenga todas las energía posibles”, sorprendió Scaloni ya en la madrugada del 22 de noviembre, después de una histórica victoria ante Brasil en el Maracaná.

Sus declaraciones detonaron un momento celestial del equipo campeón del mundo, que completó el año con un balance de nueve victorias y apenas una derrota en los diez partidos disputados, seis de ellos por las Eliminatorias Sudamericanas para Estados Unidos-Canadá-México 2026.

¿Por qué Scaloni movió los cimientos del proyecto?, ¿cuáles fueron las razones que lo llevaron a realizar semejante anuncio, sin que nadie lo consultara al respecto, en una conferencia de prensa que abundaba sobre el brillante presente de la Argentina?

Sin más aclaraciones, el entrenador ratificó sus dichos en el sorteo de la Copa América 2024, a principios de diciembre, y el futuro del ciclo que comenzó con carácter interino en 2018 quedó envuelto en absoluta incertidumbre después de esa competencia continental.

Su presencia en la ceremonia organizada en Miami se interpretó como un guiño sobre su permanencia en el cargo al menos hasta mediados del año próximo cuando la “Albiceleste” exponga la corona conseguida en Brasil en 2021.

El desgaste personal, la distancia con su familia radicada en Europa y eventuales desencuentros con el presidente Claudio “Chiqui” Tapia en la gestión son parte de las especulaciones. En lo deportivo, los resultados desmienten los argumentos esgrimidos por el propio director técnico.

El seleccionado argentino elevó su rendimiento después de la Copa del Mundo y ganó prácticamente todo lo que jugó, sea amistosos o partidos oficiales. Un traspié frente a Uruguay en La Bombonera fue la única mancha de 2023.

El año se inició con un homenaje a los campeones del mundo en los amistosos ante Panamá y Curazao en Buenos Aires y Santiago del Estero. Los jugadores se bañaron en un reconocimiento popular como no sucedía desde los tiempo de Diego Maradona y Carlos Bilardo. Lionel Messi, ya bajo la presunción de jugar sus últimos partidos en el país, superó la inédita marca de 100 goles con Argentina, en un nuevo capítulo de su fantástica historia con la Selección.

A mediados de año, la Argentina defendió su prestigio en una gira por Asia con amistosos ante Australia e Indonesia y a partir de septiembre ratificó su hegemonía en las Eliminatorias Sudamericana.

Disputadas seis fechas, el seleccionado de Scaloni se convirtió en el indiscutido líder de la competición, con una marcada distancia de ocho puntos sobre Brasil, al que le aplicó su primera derrota como local en toda la historia de la clasificación mundialista.

En ese pasaje del año, el equipo tuvo momentos de esplendor, por caso, ante Bolivia en la altura de La Paz (3-0), frente a Paraguay en el Monumental (1-0), con Perú en Lima (2-0) y en el mismísimo Maracaná (1-0), donde -a pura personalidad- repitió la gesta de la final de la Copa América 2021.

Un dato alentador fue no necesitó de Messi para alcanzar ese nivel de rendimiento. Leo se perdió por lesión el compromiso en el Hernando Siles y también el primer tiempo ante la “Albirroja” pero el equipo demostró madurez para jugar sin el mejor del mundo, como también sin Ángel Di María, que el próximo año cerrará su etapa con la selección nacional.

El recambio que Scaloni consolidó en el pleno Mundial con la incorporación de Alexis Mac Allister, Enzo Fernández y Julián Álvarez es una certeza con muy buenas perspectivas para la Argentina. Sólo resta saber si Scaloni continuará con ese trabajo.

Con información de Télam

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