FUTBOL – Alejandro Orfila, el DT de la histórica campaña de Barracas Central

El entrenador uruguayo Alejandro Orfila es uno de los principales hacedores del gran presente de Barracas Central, equipo que logró una campaña histórica en la Copa de la Liga 2024, certamen donde terminó tercero en el Grupo A y en el que disputará los cuartos de final.

Con media vida en cada uno de los márgenes del Río de la Plata, el DT disfrutó gran parte de su carrera como futbolista profesional en el ascenso argentino, categoría que le dio amigos, títulos, grandes duelos defendiendo a doce clubes frente a talentosos rivales (el Garrafa Sánchez por ejemplo) y hasta el inicio de su carrera como entrenador, profesión en la que se propuso ‘cambiar la visión de lo que significaba la profesión y la familia’: “Antes era fútbol y luego la familia, comprendí a los golpes que es al revés”.

Alejandro Miguel Orfila Colmenares nació el 18 de mayo de 1976 en Montevideo. Hizo juveniles en Defensor Sporting y jugó como profesional en Miramar Misiones y Cerrito, pero en 1999 cruzó el charco para continuar sus sueños de ascenso.

Hice casi toda mi carrera como futbolista en Argentina. Uruguay es mi tierra, mis raíces. Argentina es mi otra casa, llevo media vida en cada país”, destacó en ESPN quien como volante central defendió a Tigre, Sportivo Italiano, Temperley, Almirante Brown, Tristán Suárez, Deportivo Morón, Villa San Carlos, Barracas Central, Colegiales, Talleres (Remedios de Escalada), San Telmo, Sacachispas y San Miguel.

En 2015 dio por terminada su etapa como jugador, pero ya hacía tiempo ‘hacía de técnico’: “Cuando los entrenadores me convocaban para jugar en sus equipos, nunca me decían ‘quiero que vengas porque me das marca, buen pase o equilibrio’. Siempre me decían: ‘Necesito un técnico y un líder dentro del campo’”.

Y agregó: “Esa situación me fue abriendo la mente, a partir de los 30 años empecé a prestar atención y tratar de entender el juego. Seguí la profesión como futbolista ya con otra óptica: me inquietaba saber por qué hacíamos tal o cual cosa; cuando sos joven te dejás llevar por la vorágine. Observaba la conducción y liderazgo de los entrenadores de turno, empecé a mirar todo al detalle hasta que a los 40 años me retiré; a partir de ahí me enfoque al 100 en preparar la nueva profesión”.

Apenas algún mes después de su retiro, a quien desde hace años se le señala su parecido con el personaje Walter White (en realidad Heisenberg) de la serie Breaking Bad, le llegó la primera propuesta para dirigir: Sergio Marchi, Secretario General de Futbolistas Agremiados, lo convocó para que dirigiera al equipo del Sindicato de Futbolistas.

“Fue algo maravilloso, un curso acelerado de cómo ser entrenador sin la exigencia de la competencia. Llegamos a entrenar en simultáneo a 74 futbolistas, teníamos un grupo a las ocho de la mañana y el segundo grupo a las diez. Nos mantenía muy motivado que los futbolistas se lo tomaran como si fuera un club profesional”.

En el 2017 asumió en Comunicaciones, en 2018 pasó a Ferro Carril Oeste y al año siguiente tuvo un gran desempeño en Atlanta. El 26 de diciembre de 2019 se oficializó su regreso al fútbol uruguayo, donde dirigió a Defensor Sporting hasta el doce de noviembre de 2020 tras acumular seis victorias, siete empates y seis derrotas; en particular, a los jugadores violetas les costó aceptar del todo la permanente y gran rotación que hizo durante la pretemporada.

Y entonces otra vez a armar el bolso y encarar el ascenso argentino: en 2021 fue designado como DT de Belgrano, en 2022 fue Deportivo Morón y Atlanta, y en la temporada siguiente Almirante Brown y Temperley, hasta que el 13 de diciembre de 2023 finalmente le tocó la oportunidad de trabajar en la Primera división del fútbol argentino al ser nombrado como entrenador principal de Barracas Central (que juega en la A desde 2022), procurando no dejar de lado a su familia, sino sintiendo su respaldo y también intentando acompañar el camino de los suyos.

“Cuando me inicié como entrenador, me propuse como principal objetivo cambiar la visión de lo que significaba la profesión y la familia. Antes era fútbol y luego la familia, comprendí a los golpes que es al revés. El fútbol es mi profesión, pasión a la cual le dedico el tiempo que requiere sin ser una obsesión. Primero soy padre, esposo y luego entrenador”, le confesaba en plena pandemia de Covid-19 a ESPN Uruguay.

Los recuerdos de los cracks que enfrentó y el asumir la responsabilidad

Al ser volante central en el ascenso durante gran parte de las primeras dos décadas de este siglo, Orfila debió comprobar, enfrentar y hasta a veces padecer del talento de los enganches argentinos.

“El fútbol te da la oportunidad en diferentes momentos de enfrentar a futbolistas con mucha jerarquía, a quienes te los cruzás dentro de un campo de juego en sus inicios o en el final de su carrera”.

Y destacó al ser consultado sobre el inolvidable José Luis ‘Garrafa’ Sánchez: “Sí, lo enfrenté… Era un futbolista que tenía magia en los pies, pero sobre todo en la cabeza. Un tipo que veía y tomaba decisiones dentro del campo a una velocidad fuera de la norma”.

Buscando tomar las mejores decisiones meditando lo justo, pero también lo más rápido posible, Orfila ordena a sus futbolistas y gestiona sus planteles teniendo como objetivo que sus dirigidos asuman la responsabilidad, virtud que en el fútbol está a prueba constantemente para validar sueños de mejora, y de ascenso.

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