FUTBOL – Central vuelve a visitar a Mineiro por Libertadores con el recuerdo de los hinchas que rescataron al plantel para ganar la CONMEBOL 1995

Rosario Central vuelve a Belo Horizonte para medirse con Atlético Mineiro por CONMEBOL Libertadores, un rival que le trae una sonrisa. Rememora una épica gesta canalla al conquistar su primer título internacional, la Copa CONMEBOL 1995, tras remontar una dura derrota 0-4 en Brasil en la que los hinchas rosarinos tuvieron un rol clave. El partido de este miércoles a las 19 se podrá ver en vivo por Star+ (Sólo para Sudamérica).

Aquella primera final fue un duro golpe para el equipo de Rosario. En el vestuario de Central no podían creer lo que había ocurrido. La Copa, que parecía estar predestinada para quedarse en Argentina, ahora era muy difícil de alcanzar. Atlético Mineiro goleó a un equipo Canalla que había llegado hasta la definición con mucho esfuerzo. Durante el torneo, sus dirigentes habían amenazado con retirar al equipo por problemas económicos e incluso sus jugadores habían tenido que juntar dinero para seguir en la competencia, alimentando el sueño de los hinchas. Aquel choque en Brasil fue un 4-0 demoledor que, después del partido, tuvo un momento clave para iniciar una remontada heroica, que se concretó en el Gigante de Arroyito una semana después.

Los hinchas resucitaron a los jugadores de Central

Cuando los futbolistas regresaron al hotel, cabizbajos y destruidos, se encontraron con hinchas de Central que, para su sorpresa, los recibieron con aplausos. “Eso nos revitalizó, y dentro del plantel hubo una especie de juramento de que íbamos a revertirlo y a hacer lo mejor para cerrar el torneo con una buena imagen”, recuerda el arquero de ese equipo, Roberto Tito Bonano. Para muchos ahí comenzó la increíble remontada de aquella CONMEBOL 1995. Los fanáticos levantaron el ánimo de los jugadores, los empujaron a olvidar rápido un partido marcado por una intensa lluvia en el que no les salió una y los ayudaron a creer.

El plantel había sentido el golpe pero se llenó esperanza en ese regreso al hotel. Sabían que las chances de levantar un 0-4 eran remotas y más en una final, algo que hizo de esa hazaña una histórica. “De regreso a la ciudad el plantel vio la fe ciega del hincha. Creo que el 50 por ciento de haber revertido la final se lo debemos a los hinchas”, agregó Bonano, en diálogo con La Capital.

Como Bonano, Roberto Fontanarrosa, dibujante, escritor y emblema canalla si los hay, retrata esa historia en el cuento “Plegarias a la Virgen“. Narra la historia de un joven rosarino que decide regresar anticipadamente de unas cortas vacaciones en Brasil (se fue en micro, con dos días de viaje de ida y dos de vuelta, y regresó antes de la semana) a pesar de la goleada recibida, para estar en Rosario y comenzar a yirar por parroquias e Iglesias y hacer efectivas sus oraciones para que Central de vuelta el resultado adverso.

El plantel, cuenta Bonano, ya conocía a varios simpatizantes que estaban esa noche en el hotel. Habían viajado para alentarlos por toda América Latina durante ese torneo. No podían fallarles y menos cuando la final se jugaba en una fecha emblemática para el club, un 19 de diciembre: el aniversario de la palomita de Poy en el clásico rosarino.

En la ciudad de Rosario, en los días previos a la revancha, la presión que generaba la esperanza por la remontada también se sentía: “Dar un paso era encontrar a un hincha que nos decía ‘lo vamos a ganar, nosotros vamos a gritar y ustedes corran, que al partido lo vamos a dar vuelta y el título va a ser nuestro'”, rememora Bonano.

La promesa de Vitamina Sánchez y Coudet

A ese puntapié inicial de los hinchas en el hotel le siguió una idea de Eduardo Chacho Coudet, otra de las figuras de ese Central, de vender las entradas para la revancha a precios populares: 5 pesos (dólares). El presidente de la época, Víctor Vesco, aceptó la sugerencia, relata el medio rosarino El Ciudadano. Además, mientras se cultivaba la ilusión canalla, Ángel Zof, el DT de Central, organizó un partido contra juveniles para darle aún más confianza al plantel y demostrarles que podían pasar por arriba y golear a sus rivales. Aquel partido de entrenamiento terminó 11-0.

Tal era la importancia que tenía ganar aquella Copa CONMEBOL que tanto Pablo “Vitamina” Sánchez como el Chacho Coudet juraron que dormirían en Arroyito en caso de concretar la remontada. Y tuvieron que hacerlo, claro, mientras toda la ciudad festejaba. Por si fuera poco, Sánchez también había prometido una peregrinación de 6 km: 4 hasta la Parroquia Nuestra Señora del Pilar y otros 2 hasta la Catedral de Rosario. Y lo cumplió cuando despertaron tras aquella noche de locos, prueba de la comunión entre el plantel y la gente. Algo que los hinchas de Central van a volver a mostrar este miércoles cuando vuelvan a visitar al Atlético Mineiro a 28 años de la mayor hazaña de su historia.

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