FUTBOL – César Luis Menotti, el hombre admirado por Diego Armando Maradona

El fallecimiento de César Luis Menotti, el primer DT campeón del mundo con la Selección Argentina, vistió de luto al fútbol argentino. Y dentro de las tantas historias del Flaco, un capítulo dorado está dedicado a Diego Armando Maradona, con quien tuvo una relación de admiración mutua.

El DT rosarino, quien comandó a la Albiceleste entre 1974 y 1983, hizo debutar a Maradona en el seleccionado el 27 de febrero de 1977, frente a Hungría en La Bombonera y con tan solo 16 años.

El adolescente Diego brillaba en Argentinos Juniors y empezaba a mostrar su talento a nivel internacional, pero al año siguiente le llegó una de las mayores decepciones de su carrera: Menotti lo ‘cortó’ de la lista mundialista y el Diego, que había quedado entre los 25, pero no integró la nómina de 22 futbolistas, se quedó sin Argentina 1978.

“Yo creo que podría haber jugado el Mundial 78. Estaba afilado como nunca estuve. Pero bueno, son cosas que pasan, qué sé yo. Lloré mucho, ni siquiera cuando pasó lo del 94 con el doping lloré tanto. Yo a Menotti no lo perdoné ni lo voy a perdonar nunca por aquello”, expresó Maradona.

No obstante, el Pelusa, fiel admirador del Flaco, se rindió en reiteradas ocasiones ante su influencia: “A mí no se me borra la imagen que tengo del Flaco, de su sabiduría para saberme llevar. Lo peor de todo fue cuando volví a mi casa porque parecía un velorio. Lloraban mis viejos y mis hermanos. Me decían que yo era el mejor de todos, que no me preocupara porque iba a jugar cinco Mundiales”.

En 1979, juntos lideraron a la Albiceleste que se consagró campeona del mundo en el Mundial juvenil de Japón, en una de las primeras grandes exhibiciones de Maradona con el seleccionado. El propio Diego recordó aquel equipo como “el mejor” que integró en su carrera. Luego, compartieron en la Copa del Mundo de Mayores de España 1982.

“El técnico que más me enseñó de todos, por lejos, fue el Flaco César Luis Menotti. De todos los que pasaron por mi vida, fue el que más me marcó”, sintetizó alguna vez Maradona.

Ambos coincidieron en Barcelona entre 1983 y 1984, ganando tres títulos (una Copa del Rey, una Copa de la Liga y una Supercopa de España), pese a que el equipo no trascendió y el Diego terminó saliendo rumbo a Napoli.

En diálogo con ESPN, Menotti contó una anécdota de esa época: “Me acuerdo cuando me fui del Barcelona porque había fallecido mi mamá y me había cansado, y me estaban ofreciendo renovar el contrato. En una comida, hay un testigo que todavía está vivo, pero no lo voy a mencionar, Diego me dijo: ‘¿Es verdad que se va, César? Si usted se queda, yo no me voy a Nápoles”.

Finalmente, Menotti regresó a Argentina -recién volvió a dirigir en 1987, a Boca- y Maradona pasó al Napoli, donde escribió la historia grande del conjunto italiano.

Aunque no se volvieron a encontrar profesionalmente, los elogios cruzados entre Maradona y Menotti continuaron, como cuando el oriundo de Villa Fiorito celebró la llegada de uno de sus grandes mentores a la Selección Argentina: “Que el Flaco Menotti esté comandando hoy la AFA me da un gran placer. Por fin se dio cuenta Tapia. Lo único que pido es que a Menotti todavía le queden fuerzas para encaminar al fútbol argentino, porque él sabe cómo hacerlo“.

Si el Flaco está fuerte, el fútbol argentino va a ser fuerte también. Hace 45 años cambió el rumbo de un país que se auto llamaba “los campeones morales”. Él nos hizo correr más que los alemanes y tocar como los brasileños. Flaco, ¡te quiero con el alma y te deseo lo mejor!”, completó.

Menotti, de la “equivocación” del 78 al recuerdo de Maradona

Años después del título mundial de 1978, el Flaco reconoció su error por no haber llevado al Diego, más allá del resultado final: “Me equivoqué en no llevar a Diego al Mundial 78, pero después salí campeón y nadie dijo nada. Diego fue el jugador más grande de la Selección Argentina. Cuando no lo pudieron manejar en la FIFA lo ‘asesinaron'”.

Y más acá en el tiempo, después del fallecimiento del astro en 2020, afirmó: “Escucho siempre a Diego. Hablo con él muchas veces (sic). No tenerlo en la cancha me despierta el sueño de la aparición de otros jugadores. Y por otro lado, a veces uno piensa que se podrían haber hecho de otra forma las cosas”.

“No me hago el tonto en la responsabilidad. Pero fui el técnico que más trabajó con Diego: seis años. Y bueno, uno siente eso. Pero ya cuando la cosa cambió… cambió. No lo vi como en 15 años. Y para mí anda por ahí. Yo tengo un corazón muy abierto y un montón de jugadores que sin ser Diego han hecho mucho por el fútbol. En un fútbol terriblemente comercial, en situaciones dificilísimas, lleno de luchas perversas, sucumbiendo a poderes económicos, el jugador de fútbol estuvo presente”, concluyó.

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