LeBron y Lakers se preparan para el ‘próximo reto’ en la serie ante Warriors

LOS ÁNGELES — La victoria de los Lakers en el Juego 3 sobre los Golden State Warriors por 127-97, el sábado, significó que, por segunda serie consecutiva, Los Ángeles comenzó con una victoria, siguió con una derrota y luego respondió con otra victoria para adelantarse en la serie por 2- 1.

Con Los Ángeles, aparentemente en un sube y baja, perdiendo por 27 puntos el jueves sólo para ganar por 30 dos días después, LeBron James insta a sus compañeros de equipo a ignorar la distracción exterior que se produce con cada marcador del juego.

“Para los jóvenes que no han sido parte de la postemporada o que no han tenido mucha experiencia en la postemporada, simplemente, manténganse alejados de la televisión y de las redes sociales”, aconsejó James después de sumar 21 puntos, ocho rebotes y ocho asistencias, el sábado.

“Ganas un juego, todos son los mejores jugadores del mundo; pierdes un juego, te están arrojando tierra encima. Es literalmente así de simple. Se trata de entrenar tu mente para el próximo reto. Y, ‘¿Cuál es el próximo reto? Este juego terminó, jugamos bien. Está bien, genial. Pero tenemos otro el lunes”.

Anthony Davis se ha convertido en el rostro de los altibajos de la postemporada de los Lakers, y algunos fanáticos sugieren que su apodo, ‘AD’, significa ‘días alternos’, debido a la disparidad en su juego de noche a noche.

Si bien sólo han sido nueve juegos hasta ahora, una muestra pequeña en comparación con la consistencia que mostró al promediar 25.9 puntos, 12.5 rebotes y 2.0 bloqueos en 56 juegos en la temporada regular, el juego intermitente continuó para Davis el sábado.

Abrió la serie con 30 puntos y 23 rebotes en la victoria del Juego 1. Siguió con 11 y 7, respectivamente, en la derrota del Juego 2. Y después fueron 25 puntos y 13 rebotes en el Juego 3.

Luego de que los Lakers mejoraran a 6-3 su marca en los playoffs, a 10 victorias del título, Davis dijo que no ha escuchado críticas sobre sus actuaciones y no cree que su enfoque haya variado de un juego a otro, aunque sus números lo digan.

“No estoy en las redes sociales”, dijo Davis. “Mis compañeros de equipo no hablan de eso, mi círculo, mi círculo íntimo no habla de eso, así que no (escucho sobre eso). Es una locura”.

Davis acertó siete de 10 tiros de campo en el Juego 3 y 11 de 12 desde la línea de tiros libres. Acertó cinco de 11 tiros de campo (1 de 1 en tiros libres) en el Juego 2 y 11 de 19 (8 de 8 en tiros libres) en el Juego 1.

“Los mismos tiros que tuve en el Juego 1, los tuve en el Juego 2. Se ganó el Juego 1, se perdió el Juego 2”, dijo. “Los mismos tiros que tuve en el Juego 2, los tuve en el Juego 3. Y fallé en el Juego 2 y encesté en el Juego 3. Entonces, lo veo sólo como fallar tiros. No hice nada diferente.

“Especialmente en esta época del año, lo pongo todo en la duela y eso es todo lo que puedo hacer”.

El mayor cambio en el enfoque de los Lakers en el Juego 3 fue que el entrenador Darvin Ham hizo que Lonnie Walker IV superara a Troy Brown Jr. y Malik Beasley en la rotación. Walker, que había jugado 27 minutos en total en los playoffs antes del sábado, anotó 12 puntos en 4 de 6 tiros en 25 minutos, sumando cuatro rebotes y dos robos.

La mayor diferencia en la efectividad de los Lakers estuvo en su perímetro de defensa. Después de permitir que los Warriors anotaran 42 triples en los primeros dos juegos, un récord de la mayor cantidad de triples en dos juegos para abrir una serie, Golden State disparó 13 de 44 (29.5 por ciento) en el Juego 3.

“Somos uno de los mejores equipos defensivos de la liga, si no el mejor”, dijo James, repitiendo la misma línea que dijo después de la derrota del Juego 2. “Y para que podamos alcanzar nuestro potencial, tenemos que defender a un alto nivel. Y no hay un equipo en esta liga que te ponga a prueba en ese lado más que Golden State”.

Los Lakers saben que nada de lo que sucedió en el Juego 3, incluidos los 21 puntos de D’Angelo Russell en 8 de 13 tiros, comenzando con los primeros 11 puntos en el primer cuarto, es un presagio garantizado de lo que vendrá en el Juego 4, el lunes, de esta semifinal de la Conferencia Oeste en Los Ángeles o el Juego 5 del miércoles en San Francisco, o incluso si la serie va más allá.

Tal como Ham ha estado predicando desde que los Lakers se apresuraron a rectificar su mal inicio de temporada, de 2-10, clasificándose para la postemporada, pueden controlar el juego con energía, esfuerzo y sentido de urgencia.

Caerán tiros. Los tiros fallarán. Las piernas de los jugadores se sentirán frescas un juego y cansadas al siguiente.

Sin embargo, como dijeron James y Davis, el sábado, la mentalidad de los Lakers puede mantenerse estable siempre que sean disciplinados.

“No se equivoquen al respecto, con el déficit, nosotros ganando por lo que sea, 30 puntos no representan realmente quién es ese equipo. Al igual que perder el Juego 2 no representa quiénes somos”, dijo Ham. “Ésta va a ser una batalla hasta el final”.

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