México va al Mundial FIBA por amor

México enfrentará el Mundial FIBA en el Grupo D junto a Egipto, Montenegro y Lituania.


México tendrá un arranque muy complicado en el Mundial FIBA en contra de dos de los equipos más altos y experimentados,Montenegro y Lituania, y aunque cada uno es liderado por su propio gigante NBA, Jonas Valanciunas y Nikola Vucevic, respectivamente, no significan un reto tan fuerte como ya lo fue el hecho de clasificarse.

Ésta es, nuevamente, una selección que se la rifó por sí misma para lograr el boleto en un proceso de más de dos años, que terminó con un final feliz gracias y sólo gracias a su amor por el deporte y al auspicio de la iniciativa privada, soporte de ocho cifras mucho más útil que cualquier discurso oficial.

Apoyarlos no era tarea únicamente del gobierno, por su puesto, porque los retos comenzaron con la federación que rige al básquetbol en el país, la ADEMEBA, cuyos recursos y manejos nunca han estado a la altura del talento con el que se bota el balón, quedando todo en manos del entrenador Omar Quintero, quien hizo un trabajo excepcional.

Tengan por seguro que si no fuera por el dinero que consiguieron de fuera, México no estaría entre las mejores 32 selecciones del mundo por el hecho de que los jugadores no habrían tenido certezas de viajes, salud, primas y otros elementos mínimos como uniformes para competir en igualdad de circunstancias en un torneo clasificatorio que implicaba viajes por todo el continente.

Pero lo lograron porque Omar Quintero lo vivió en su época y estuvo dispuesto a hacer la labor de recaudación, contando además con un grupo tan enamorado de su deporte, que se sobrepusieron, a veces ya acostumbrados, a permanentes cambios de sedes y fechas, así como a complicaciones que parecerían banales, pero no lo son para personas de su estatura, como la de volar en medio y atrás en aviones repletos.

México está de regreso en el Mundial FIBA porque cuenta con un equipo dispuesto a adaptarse a lo que sea con tal de escuchar su himno nacional y de tener la oportunidad de medirse a los mejores rivales del planeta, una oportunidad que se dieron ellos mismos y que ya los convierte en ganadores, al margen de lo que suceda en los partidos.

Después de eso todo será ganancia, pero es indiscutible que la Selección Mexicana será impulsada por el combustible de la adversidad, ese que suele entregarnos algunas de las mejores historias, así que no podemos descartar que el equipo avance de la fase de grupos aún en contra de los pronósticos.

Todo el respeto, el cariño y el agradecimiento para Omar Quintero y sus jugadores que pondrán el nombre de México en alto una vez más, logrando una clasificación histórica para un deporte que, como tantos otros, vive de hazañas más profundas que las que deberíamos de ver sólo dentro de la cancha.

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