Mirotic, la primera víctima en la rebaja de la masa salarial del Barça básquet
Nikola Mirotic protagonista en el Barcelona. En todos los órdenes. El Barça venció al Real Madrid el primer partido del play-off final de la Liga de básquet (97-88) con el montenegrino en el plano. Vive sus últimos días en el club azulgrana. Muy a su pesar y después de que la directiva decidiese rescindir su contrato que acaba en 2025. Un divorcio polémico… Y que ha provocado un terremoto en el Barça.
Mirotic abandonará el Barcelona al acabar el curso. El montenergino, que llegó al club azulgrana en 2019 procedente de la NBA y convirtiéndose en el jugador de básquet mejor pagado de Europa, con un salario anual superior a los 12 millones de dólares, es la primera víctima, gran víctima, en el recorte de salarios deportivos impuesto por el club más allá de la plantilla del primer equipo de fútbol.
La salida de Mirotic, sin embargo, no está cerrada puesto que deberá llegar a un acuerdo con el Barça, atendiendo a que le restan dos temporadas más de contrato (cerca de 25 millones de dólares). Y después de lo sucedido esta semana no se aventura un divorcio, de entrada, muy amistoso. El jueves se conoció la decisión del club de rescindir el contrato del jugador, quien de inmediato concedió una entrevista al diario Mundo Deportivo en la que confirmó la noticia, lamentando que ni tan solo se le diera la oportunidad de discutir una rebaja de salario.
“Quiero decir la verdad, que la gente lo sepa porque van a ser mis últimos partidos con el Barça… En ningún momento nadie del club habló conmigo de una posible rebaja de salario. Solo se le dijo a mi agente que se rescinde el contrato” reveló Mirotic, lamentando las formas del club: “Me habría gustado que se me hubiera transmitido de otra manera, en otro momento”. A la entrevista siguió la reacción inmediata del club, en boca del manager general de la sección Juan Carlos Navarro, que además de lamentar el momento elegido para hablar del jugador, y filtrar la noticia, negó que no se le hubiera trasladado la necesidad de rebajarse el salario. Una guerra abierta en todos los órdenes.
Una guerra que estalló un día antes de que Barcelona y Real Madrid iniciasen el Play-off final de la Liga, cuyo primer partido, disputado en el Palau Blaugrana, finalizó con victoria local y la afición entregada, de manera abrumadora, al montenegrino, que fue recibido con una ovación atronadora por la hinchada, temerosa que la marcha de su principal estrella marque el comienzo de la descomposición del equipo de básquet, cabeza visible de una sección cuyo presupuesto supera los 40 millones de dólares, de los que más de 30 se dedican a pagar los salarios de los jugadores del primer equipo.
Mirotic, que ya fue una sombra en la Final Four de Kaunas anotando apenas tres puntos en la semifinal frente al Madrid, que derrotó al Barça antes de proclamarse campeón, disfrutó del favor de la afición, que coreó su nombre a pesar de que su rendimiento fue más bien irregular. Cerró el partido con 14 puntos en 24 minutos de juego, apareciendo en su faceta de líder en un último cuarto en que anotó la mitad de sus puntos (7) con un triple trascendental para dar colchón a la ventaja azulgrana, que ya no abandonó.
El Barça ganó pero el Barça, sus gestores, entienden que Mirotic no ha respondido a las expectativas creadas, menos aún a su salario. En sus cuatro temporadas de azulgrana no se ganó la deseada Euroliga, se cayó dos veces en la semifinal contra el Real Madrid y se ganaron dos Ligas, que pueden ser tres con la de este curso. Cuando acabe el play-off será el momento de discutir los términos de la rescisión de su contrato, señalado como la primera víctima de los recortes salariales fuera del fútbol. El divorcio será sonado. Y se presume que poco amistoso.