MOTOR – Análisis: Carlos Sainz y Ferrari ponen la flecha en el talón de Red Bull

Carlos Sainz y Charles Leclerc demuestra nque Ferrari viene en serio y que Red Bull no es invencible luego del abandono de Verstappen y el quinto lugar de Checo Pérez


Carlos Sainz y Charles Leclerc demuestran que Ferrari viene en serio y que Red Bull no es invencible en la Fórmua 1, luego del abandono de Verstappen y el quinto lugar de Checo Pérez.

Todos aquellos que ya veían a Max Verstappen con 24 trofeos de primer lugar en 2024, que creían que Red Bull era invencible no contaban con que el Paris español, Carlos Sainz atinaría, una vez más, su flecha escarlata en el talón del poderoso equipo austriaco.

El madrileño que hoy por hoy no tiene trabajo en 2025, ya que Ferrari lo arrojó al volcán para hacerle lugar al siete veces campeón Lewis Hamilton, con la gloria merecida en Australia, ha conquistado para el Cavallino Rampante 3 de sus más recientes 4 victorias en la Fórmula 1 y, de hecho, es el único que ha derrotado a los Red Bull en los últimos 26 Grandes Premios.

De súbito y tras un par de 1-2 de Red Bull en Bahrain y Arabia Saudita, Ferrari le dice “no tan rápido” a los de Milton Keynes que ya se veían con otro dominio aplastante en 2024.

Más allá del abandono por una explosiva falla de frenos traseros en el monoplaza de Max Verstappen, apenas iniciada la carrera en Melbourne, la preocupación para Red Bull deberá ser la degradación que el RB20 provocó en los neumáticos para Sergio ‘Checo’ Pérez, la cual dio al monoplaza diseñado por Adrian Newey un halo de ‘mortalidad’, el cual no había mostrado, quizás desde Singapur 2023.

Ferrari, por el contrario, ligerito de pies, cuidadoso con las gomas refuerza el optimismo de finales de la temporada anterior cuando parecieron encontrar los porqués para la glotonería de su monoplaza con los neumáticos, algo que, casi invariablemente, terminaba por frustrar sus carreras, a pesar de sus muy buenas sesiones de calificación.

Pero lo de Carlos Sainz fue mucho más allá. Hace dos semanas no pudo correr el Gran Premio en Jeddah porque tuvo que ser operado de apendicitis de emergencia. Convaleciente y con malestar abdominal, Sainz hizo una de esas hazañas que los atletas predestinados suelen dejar para la historia: ganó en su regreso y lo hizo de forma categórica.

Es como si ese apéndice hubiera sido un lastre de 10 kilos que le impedía dar dos pasos arriba en el podio o que si el quitárselo también hubiera liberado la presión en el piloto. Como sea, Carlos es ahora el piloto sin contrato más apetecible para cualquier equipo.

La temporada es muy larga todavía. Son 21 Grandes Premios los que están en el horizonte, pueden pasar muchísimas cosas, pero hoy parece ser que lo de Ferrari no es suerte, como tampoco lo es la competitividad de McLaren. Red Bull vio el festejo desde lo lejos y al ras del suelo con su tricampeón fúrico en los fosos.

Estas son malas noticias para los campeones, pero muy buenas para el espectáculo y el aficionado a la F1.

Red Bull regresará con el celo de recuperar y dar un golpe de autoridad en Japón, como lo hizo Verstappen en Suzuka en 2023, una carrera después de la debacle en Singapur.

Es cierto que las condiciones del circuito semicallejero de Albert Park no son las más representativas y que un triunfo ahí no significa un dominio en el resto del calendario, como sí lo es Suzuka en esos mismos términos, pero al momento de empacar en Australia, los ingenieros de Red Bull tienen la cabeza llena de dudas y preguntas sobre la falla que provocó el abandono de Max Verstappen. Ese excesivo sobrecalentamiento en el ducto del freno trasero derecho, algo similar a lo que vimos en el monoplaza de Checo Pérez en los tests de Bahrain.

¿Será que le nuevo RB20 tiene una debilidad en la refrigeración del eje trasero? Al menos, para su fortuna no se trató de una falla en la unidad de potencia.

Pero, como dijimos anteriormente, sería más complejo, en mi opinión, que la degradación tan voraz de los neumáticos fuera un mal crónico, ahí se caería el ritmo de carrera y sin paso dominical se acabaron los festejos en el círculo de ganadores.

Ahora, el estado del Campeonato de Pilotos tiene a Verstapppen con 51 puntos, seguido por Leclerc con 47, Checo Pérez con 46 y Carlos Sainz con 40. El de Constructores también está cerradito: Red Bull con 97 y Ferrari con 87.

Para Checo Pérez, Australia pintaba para mucho más. En calificación tuvo la velocidad para ser tercero, pero una muy rigorista penalización por impedir o estorbar a Nico Hukenberg, lo relegó al sexto puesto de la largada y eso condicionó su resultado, que pudo haber sido un podio y con ello habría tenido la posibilidad de empatar o rebasar a Verstappen en el campeonato.

Lo importante es que el mexicano está en la conversación del liderato de la temporada. Si alguien le hubiera dicho que estaría a cinco puntos de Verstappen, luego de cuatro Grandes Premios, lo habría firmado. El ‘pequeño’ problema es que hay un par de carros rojos a su alrededor y, tal vez ¿por qué, no? Estarán ahí toda la temporada.

Más importante aún, Checo Pérez ha calificado con atingencia y diligencia, no muy lejos de Verstappen y en la parte alta de la parrilla. También ha corrido con eficacia y necesita ser el más regular, el que termine cada carrera y nunca dejar ir puntos.

Así que, a pesar de que el calendario diga lo contrario, la temporada 2024 de la Fórmula 1 empezó en Australia y ojalá que depare muchas emociones y giros inesperados.

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