PADEL – Las Superpibas siguen escribiendo historia en Argentina y jugarán su quinta final consecutiva

El espectacular menú de semifinales del P1 de Mar del Plata arrancaba nada más que con el duelo que vimos en la última final femenina, en Paraguay. Entonces el premio se lo llevaron las Superpibas, que superaron en dos sets a Gemma Triay y Claudia Fernández para levantar su cuarto título consecutivo.

Alentadas por el público local, que se volcó con Delfi Brea, la albiceleste y Bea González empezaron empujando desde el inicio, logrando un break tempranero en el tercer juego. Una ventaja que, gracias a una defensa férrea y su buena resolución en ataque, supieron mantener hasta el final de la manga, dando el primer golpe del choque con mucha solidez en el juego (2-6).

Con el mismo ímpetu siguió la dupla hispano-argentina en el segundo, con dos oportunidades para romper de nuevo en el primer juego. Sin embargo, esta vez el desenlace fue muy distinto. Estando al borde del precipicio, Gemma y Claudia resurgieron de sus propias cenizas, respondiendo con carácter para primero salvar la situación y, luego, embolsarse su primer break.

Pero lejos de rendirse, las de Jorge Martínez siguieron remando a contracorriente hasta lograr la igualada. En ese momento, el guion se rompió por completo, llevando el choque a un terreno pantanoso en el que ninguna de las dos parejas era capaz de imponerse, ni tan solo manteniendo su propio servicio. El caos se terminó resolviendo en el tie-break a favor de la menorquina y la joven madrileña, que decidió dar un enorme paso adelante en los puntos más delicados, mostrando una madurez impropia en alguien de su edad.

Finalmente, en el momento de la verdad la balanza se acabó decantando a favor de Bea y Delfi, que una vez más mostraron una increíble capacidad de supervivencia. Triay y Fernández se adelantaron por partida doble, pero las número 2 devolvieron cada uno de los trastazos que recibieron, dando el golpe de efecto definitivo al duelo en el último suspiro.

Un triunfo colosal para las Superpibas, que acababan imponiéndose por 6-2, 6-7 y 7-5 en casi tres horas y media de encuentro, alcanzando así su quinta final consecutiva.