Se supo lo que le dijo el Dibu a los jugadores franceses en los penales

Después de varios días se conoció cuáles fueron las técnicas que usó el “Dibu” Martínez para inscribirse en las páginas de oro en la historia de la Selección Argentina. Los comentarios le sirvieron para obtener al tercer título de la Copa del Mundo y pasó a la historia como uno de los mejores jugadores de la historia argentina. 

En los penales, Martínez habló con todos los jugadores, pero principalmente hubo uno que llamó la atención.  Completamente muerto de risa, le dijo a Kolo Muani, en inglés, que él lo estaba mirando.  “I ‘ve watched you” (Te estuve viendo), le dijo. Si bien no lo pudo atajar, lo cierto es que es un claro ejemplo de lo que fue toda la tanda. 

Por su parte, uno de los fanáticos del arquero es Geir Jordet, un psicólogo noruego que explicó en redes sociales:  “Martínez preparó el escenario y se adueñó del área penal desde el principio. Mientras Lloris completaba el lanzamiento de la moneda, Martínez caminó rápidamente hacia el área penal, esperando a que llegara Lloris, como si estuviera dando la bienvenida a un visitante a su propia casa: ‘¡Estás en mi casa ahora!’.  Cuando llega Lloris, Martínez inicia un apretón de manos. Lo mismo con Mbappé. Este es su estilo. Puede ser cálido y encantador al principio, lo que hace que las personas bajen la guardia, dejándolos más vulnerables cuando ataca más tarde. Esta ambigüedad es en sí misma abusiva y parte de su estrategia”.

Con respecto a sus festejos, Jordet indicó: “Los arqueros rara vez celebran a lo grande después de las paradas de un penal. Martínez es una excepción. Las investigaciones muestran que las celebraciones grandes e intensas indican confianza, dominio y superioridad, lo que afecta positivamente a los compañeros de equipo y negativamente a los oponentes. Martínez capitaliza al máximo su primera atajada”. Y además agregó: “Cuando es el turno de Tchouaméni, Martínez confía en lo que puede y no puede hacer y ya no es sutil. Primero, simplemente se va con la pelota, como si fuera suya. Mientras el árbitro y Tchouaméni esperan, él se toma su tiempo mientras insta a la afición argentina a hacer ruido”.