FUTBOL – Los malos antecedentes de Boca cuando solo jugó la CONMEBOL Sudamericana

Boca Juniors afrontará un año atípico en este 2024. El sueño, el anhelo y la obsesión de la séptima Copa Libertadores pasará a segundo plano cuando tenga que competir en la CONMEBOL Sudamericana 2024 producto de la mala campaña a nivel local que realizó durante 2023. ¿Cómo le fue cuando solamente jugó este certamen?

De finalista a ni jugarla. La frustración de Boca en Libertadores no quedó solamente en el objetivo fallido en el Maracaná, terreno en el que Fluminense destrozó sus sueños y le ganó 2-1 en tiempo suplementario para lograr su primera copa. La revancha deberá aguardar otro año más. Las cuentas no dieron en el torneo local y el Xeneize quedó fuera de esta edición de la Copa, algo que sin dudas duele en lo más profundo de todos los hinchas.

Con la llegada de Diego Martínez y la esperanza de encontrar el funcionamiento que lo catapulte a lo más alto nuevamente, la Copa Sudamericana de 2024 aparece como un torneo de transición pero igualmente importante para Boca Juniors, que no gana un trofeo internacional desde 2008. El equipo azul y oro es uno de los más ganadores de esta competencia y, en caso de coronarse nuevamente, liderará en soledad el palmarés de campeones.

Esta participación de Boca será inusual. Acostumbrado a jugar Libertadores y Sudamericana en el mismo año por mucho tiempo, ya que, como River, era invitado a la competencia, tuvieron que pasar diez años para que el cuadro de La Ribera obtenga su cupo al torneo de segunda importancia en Sudamérica de manera directa.

La frustración de Boca en la Sudamericana 2006

El primer recuerdo con este contexto surgió en el año 2006, en medio de una de las épocas doradas del club y en la antesala a la sexta CONMEBOL Libertadores que se dio en 2007. Boca venía de ganar las ediciones de 2004 y 2005 de la Sudamericana, por lo que podía obtener la tercera al hilo. Al igual que en 2023 su desempeño en el torneo local argentino fue paupérrimo y quedó fuera de los puestos a Libertadores.

Para Boca, la edición de 2006 empezó y terminó pronto, casi como un suspiro. Fiel al formato con el que se jugaba en esa época la Sudamericana, el Xeneize debutó en octavos de final y lo hizo ante Nacional de Uruguay, otro grande de Sudamérica.

El equipo, por aquel entonces dirigido por Ricardo La Volpe, empezó la serie en Montevideo el 28 de septiembre con una derrota 2-1 que complicó el panorama. No solo cayó fuera de casa, sino que perdió a Martín Palermo, su goleador histórico, para el partido de vuelta por una expulsión antes de la media hora de juego. El gol de Rodrigo Palacio le dio un poco de aire a Boca, que recibió al Bolso para definir todo.

La novedad de esa revancha fue que Boca no fue local en La Bombonera sino en Salta. Al igual que en el primer juego, Nacional fue el que inició arriba en el marcador gracias al gol de Perrone, que puso la serie 3-1 y con el tan famoso gol de visitante de su lado. Sin embargo, Boca reaccionó y en el complemento lo dio vuelta con tantos de Bertolo y Palacio. Todo se decidió en los penales y, a diferencia de otras tantas veces, Boca no estuvo fino.

Boca pateó cuatro penales y erró tres. Viera le tapó sus respectivos remates a Krupoviesa y Fernando Gago, mientras que Morel Rodríguez desvió su disparo. Nacional pasó y Boca quedó eliminado prematuramente, sin poder festejar el triplete de Sudamericana.

La Sudamericana 2014 y la derrota de Boca ante River

Ocho años después de ese suceso, Boca volvió a disputar la CONMEBOL Sudamericana sin tener participación en Libertadores. Fue en 2014, en una edición que quedó marcada por el cruce entre Boca y River de las semifinales, un antes y un después para ambas instituciones.

El camino del Xeneize en esta Sudamericana comenzó ante Rosario Central en una llave que se cerró en La Bombonera. El primer compromiso terminó 1-1 y en la vuelta, Boca aprovechó la localía y goleó 3-0 para no dejar ningún tipo de dudas.

En octavos, Boca se midió con Capiatá, equipo paraguayo que complicó las cosas y hasta dio el golpe en cancha de Boca al ganar 1-0 con gol de Magallán en contra. El segundo juego fue trabado, nada sencillo para el equipo argentino, pero pudo sacarlo adelante con tanto de Calleri a los 73 para enviar la serie a los penales, donde Agustín Orión fue figura tapando dos ejecuciones y dándole la clasificación a su equipo.

Los cuartos de final cruzaron a Boca y Cerro Porteño, otra llave cerrada pero que se terminó destrabando en los minutos finales en Paraguay. La ida quedó 1-0 a favor de Boca y la vuelta fue goleada 4-1 del Xeneize, con un Andrés Chávez que convirtió doblete.

Este triunfo le permitió a Boca acceder a semifinales y tener un esperado encuentro: después de diez años, enfrentaba a River en una serie internacional. La última vez había sido en 2004, en la Libertadores, cuando los Xeneizes eliminaron a los Millonarios por penales en las semifinales. Esta vez, las cosas no salieron tan bien para los azul y oro.

El elenco del Vasco Arruabarrena chocó con un River de Gallardo que empezaba a hacer historia. Los 180 minutos nunca perdieron la esencia de clásico y se jugó con dientes apretados, tal así que la diferencia fue solamente de un gol al terminar los dos juegos. El 0-0 en La Bombonera aburrió: Boca lo buscó un poco más y River apostó a un juego cerrado, más defensivo y de pierna fuerte. En la vuelta, el equipo del Vasco tuvo un penal al minuto, pero Gigliotti no pudo ante Barovero y desperdició la pena máxima.

Minutos después, Pisculichi anotó el 1-0, que fue definitivo. Tras este encuentro, River se consagró campeón de la Sudamericana ante Nacional de Colombia.

Después de muchos años en el medio e intentos fallidos de conseguir la séptima, finalmente Boca vuelve a la Sudamericana de manera directa y lo hará en fase de grupos, un formato en el que nunca había participado y donde no deberá fallar si quiere comenzar su camino internacional de la mejor manera.

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