FUTBOL – Pablo Vicó, leyenda viva de Brown de Adrogué y del ascenso argentino

“Quisiera morirme dirigiendo a Brown”, dijo alguna vez Pablo Vicó. ‘El Bigotón’, ‘Don Ramón’, el técnico récord del fútbol argentino. Un verdadero enamorado del Tricolor, al que hoy, ante Estudiantes de Río Cuarto por la Primera Nacional, entrena por última vez.

Exfutbolista profesional con pasos por Temperley y San Miguel, por esos devenires de la vida terminó trabajando como sereno de la pensión de Brown de Adrogué, donde se convirtió en leyenda.

Siempre cerca de los pibes de la institución, cuidándolos y brindándoles la palabra justa, terminó siendo entrenador del baby fútbol y las primeras categorías de inferiores.

En esa época se fue a vivir a una pequeña vivienda ubicada dentro del predio del Tricolor, la misma que habita hace más de dos décadas.

Las buenas performances de sus equipos llevaron a que los dirigentes del Tricolor le ofrecieran, allá por 2009, tomar a su cargo el equipo de Primera.

Jamás imaginaron que este personaje entrañable, que hoy tiene 68 años, iba a permanecer en el cargo por más de 15 años ininterrumpidos.

Con su andar cansino y sus formas simples, el Bigotón se fue ganando el cariño de hinchas, jugadores y dirigentes.

Así, primero le pusieron su nombre al buffet del club. Años después, la que fue rebautizada en homenaje a él fue una tribuna. Hoy en día, hasta una de las canciones más populares del repertorio de la hinchada está dedicada al entrenador.

En sus 15 años al frente del primer equipo, Vicó conquistó dos títulos, ambos con ascenso al Nacional B incluido. Se ufana de haberle ganado “a todos los grandes” y destaca más que a ningún otro el partido en el que su equipo eliminó, en 2018, a Independiente de Avellaneda de la Copa Argentina.

Pasó la cuarentena por el Covid 19 allí, en la casa que habita en el predio. Esa que está “a 60 o 70 pasos” de la cancha, del estadio.

Reconocido por propios y extraños, ‘Don Ramón’ es un personaje emblemático del ascenso argentino que no, no morirá dirigiendo a Brown de Adrogué. Simplemente se va. Pero su recuerdo, en el Tricolor, quedará para toda la vida.

Similar Posts

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *