La historia del Tenor de La Bombonera

Carlos Arnaiz es un hincha de Boca Juniors distinto a todos los demás. Más allá de que alienta como miles de almas en la cancha, él lo hace de una manera más que especial. Reconocido como “El Tenor de La Bombonera” -como lo bautizaron sus hijas-, Carlos le pone su sello a cada canción que baja de las tribunas del estadio, años después de sobrevivir a la tragedia de Puerta 12 en el Monumental. El Destape habló con él sobre su vida, el protagonismo en las redes y también su opinión del presente del club de La Ribera.

Ligado a la música desde muy chico, Arnaiz creció con el canto y se perfeccionó para hoy romperla con los colores que ama, aunque no trabaje en la música sino como contador. “Observaba a mi padre cuando ensayaba con el violín en casa, él era músico en la orquesta de Juan D´Arienzo. Lo fue desde el año 1940 hasta 1961 y hasta me quiso enseñar a tocar ese bellísimo instrumento. Pero no encontró ningún luthier que tuviera un violín tan pequeño para venderle. Yo tenía cinco años y mis bracitos no llegaban ni de cerca a las clavijas. Así que desistió de la idea“. Como en el fútbol, Arnaiz tuvo revancha

Años después, acompañado de su querida esposa Marta, aprovechó para incursionar de lleno en la música y en los momentos que pudo mostró su poderosa voz con sus allegados: “Empecé a cantar cuando conocí a Marta, quien ya no me acompaña más, lamentablemente. Ella se juntaba con su hermano y amigos y cantaban horas enteras, básicamente folklore.  Ahí enseguida me prendí, armé mi propio repertorio y encontré el placer de cantar por cantar, horas y horas”.

“Vamos vamos ‘Xeneize’ vamos vamos ‘Xeneize'”, Carlos Arnaiz -socio vitalicio de Boca- esboza fuerte en la platea de La Bombonera y sorprende a todos con su tremenda voz. Esa imagen y el sonido ensordecedor son parte de un momento histórico para el fanático que une sus dos máximas pasiones. “Antes de empezar a tener cierta repercusión, ser el tenor de La Bombonera era el placer de cada domingo, mi forma de estar presente apoyando al equipo, una arenga a los hinchas para hacer fuerza, un compromiso ante el club de mis amores“, contó.

Y agregó sobre la repercusión que tuvo su canto en la cancha: “Hoy en día con la divulgación que permiten las redes lo anterior no cambió, sólo que ahora tengo una conexión impensada con otros boquenses e hinchas de otros clubes y de cualquier lugar donde ruede una pelota y, sobre todo, se sepa lo que es Boca. Es decir… ¡En todos lados! Así fue que establecí vínculos con hinchas de muchas ciudades y pueblos de nuestro país y también del exterior. Eso no lo había imaginado nunca, pero es algo que disfruto enormemente“.

Pero… ¿Cuándo comenzó a llamar la atención en La Bombonera? Según declaró Arnaiz, sus hijas lo acompañaban a la cancha y fueron importantes para que su figura como tenor se destaque: “Me hicieron notar que mi forma de cantar llamaba la atención. Digamos, no era muy normal. Yo lo sabía pero nunca se me había ocurrido hacer algo con eso. Pero ellas me sugirieron abrir una cuenta en Instagram y empezar a subir los videos que ellas mismas comenzaron a filmar. También bautizaron la cuenta y se encargaron de todo lo operativo. Yo ni siquiera tenía IG, así que ¡No me quedó más remedio que seguirles el paso!“.

Sus recuerdos como hincha de Boca y la tragedia de la Puerta 12

Si bien Carlos compartió con El Destape varios momentos emotivos, hubo uno que llamó la atención por el triste hecho que vivieron los hinchas de Boca en 1968. “Me frené porque percibí que la masa humana estaba como atorada. En ese momento nadie sabía qué estaba pasando. Pero como era imposible salir, me quedé haciendo tiempo en la terraza de la tribuna y cuando empezó a correr la noticia del accidente intenté tranquilizarme pero entonces vi lo peor: tanto por el balcón que da a Figueroa Alcorta como espiando hacia el campo de juego, vi a los enfermeros y bomberos trasladando y apilando cadáveres ¡Un horror! Difícil de quitar de mi memoria”.

Pero también compartió los recuerdos más felices con la camiseta de Boca: “Gracias a Dios tengo recuerdos más gratos y en la Bombonera: el gol de Palermo para cerrar el clásico 3-0 en 2000 fue en el arco que yo ocupaba en la tribuna de socios. Fuimos muchos los que no pudimos impedir derramar lágrimas de emoción¡Fue mágico! El gol del Diego a Fillol fue en el arco opuesto al que yo estaba, pero son imágenes que parece increíble haber vivido en persona. ¡También presencié la atajada del Loco Gatti a Vanderley en el Centenario de Montevideo en 1977! Encima era una noche de niebla así que el recuerdo es como surrealista”.

Por otro lado, no se olvidó de su esposa Marta y de un momento especial en su relación: “Tengo una anécdota inolvidable porque junta muchos hechos de mi vida personal y como hincha. En 1986 le propuse matrimonio a Marta y, para definir la fecha del evento, fuimos a la pizzería Banchero, en Primera Junta, que ya no está. Como no podía ser de otra forma, yo quería evitar que las fechas de casamiento y de luna de miel se sobrepusieran con algún partido de Boca importante. Como habíamos decidido casarnos en octubre de ese año apelé al fixture y al almanaque que me acompañaban en mi porta-documentos. Fue ahí que noté que el superclásico quedaba justo en el medio de la luna de miel. Bueno, como mi señora era una santa, establecimos el viaje en dos tramos de modo de hacer una semana en Salta, volver a Buenos Aires, presenciar el partido en la Bombonera y continuar la segunda semana en Mar del PlataMartita siempre me apoyó en todo!”, expresó de manera emotiva.

Su opinión sobre el presente de Boca Juniors

El equipo tiene que volver a ser tal. Con Sebastián (Battaglia) habíamos logrado una cierta identidad, sin la cual claramente no habríamos logrado dos campeonatos. Pero ahora hay que empezar de nuevo, lamentablemente. Por el momento el equipo depende mucho de sus jugadores claves y de cómo estén cada día. Falta esa amalgama que solo se logra con el tiempo, ideas claras y liderazgo. Hay que darle tiempo”, sostuvo sobre el rendimiento del equipo en cancha.

Por otro lado, se animó a dejarle un consejo al DT del “Xeneize”: “Ibarra debería, a mi entender, definir una idea de juego más parecida al 4-3-1-2 de la época del ‘Virrey’. Estuvo probando con el esquema 4-2-4, pero considero que en la actualidad ese planteo es presa de equipos compactos con mucha presencia y combatividad en el medio. Así Boca queda como partido en dos y no lo veo como una opción de juego. Igual le tengo fe porque el ‘Negro’ es un ídolo, un grande de la historia de Boca y creo que va a saber adaptar el equipo a las necesidades del momento. Además tiene todo el apoyo de la gente de Boca“.

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