Caitlin Clark es la evolución del basquetbol

Prepárense para ver mucho de Caitlin Clark en sus redes sociales y, más importante aún, para ver más de basquetbol femenil.

Desde ahora y para siempre estoy rendido a los pies de una mujer a la que no conozco en persona y que vive a tres mil kilómetros de distancia de mi casa, su nombre es Caitlin Clark y es la estrella del equipo femenil de basquetbol de la universidad de Iowa, finalistas o campeonas de la NCAA, dependiendo cuándo lean esto, y la representación física de la evolución de su deporte.

Antes de entrar a los números quiero plasmar una idea principal: también las niñas tienen una década de ver a Steph Curry en la televisión y esa inspiración ha llegado a las canchas con la transformación del juego ahora en la categoría femenil, en la que ya se tira dos pulgadas más lejos de la línea de tres puntos.

Dos pulgadas más lejos, pero no del rango colegial para mujeres, que son 22 pies y 1 3/4 pulgadas, si no del rango NBA, que son 23 pies y 9 pulgadas, llevándolo a 25’ y 11” por Clark que esta temporada tiró 39 por ciento de efectividad, lo que la convirtió, básicamente, en una atleta indefendible con esa distancia de más de 25 pulgadas como su lanzamiento promedio.

Pero como en el caso de Curry, eso no es más que una parte del ADN de las nueva guardia, porque Caitlin Clark hace muchas más cosas dentro de la cancha, comenzando por un manejo sublime del balón con los dos perfiles, que incluye cambios de dirección y ritmo asesinos, así como una capacidad superior de visión de campo para repartir asistencias y, en consecuencia, hacer mejores a sus compañeras.

¿Cuál es el resultado de algo así? Títulos, lo ha sido para Golden State y lo será para el equipo al que Clark lleve su talento en la WNBA, por la sencilla razón de que el juego ofensivo avanza más deprisa que el defensivo gracias a la evolución técnica de las jugadoras, con lo que llevará años, como vemos en la NBA, en lo que alguien encuentra la manera de frenarla.

No lo pudo hacer el mejor equipo de la época en las semifinales nacionales, las Gamecocks de South Carolina, que vieron cómo su racha de 42 victorias consecutivas se fue por la coladera ante los cinco triples, ocho asistencias y 41 puntos de Caitlin Clark, quien las atacó con la misma mirada con la que Kobe y Jordan se convirtieron en leyendas.

Si la defienden dos contra uno en el perímetro, asiste con un rayo láser en la pintura; si cambian de marca en el pick and roll, tira el triple; si no la marcan desde la media cancha, también lo tira; si le ponen una jugadora más alta para que no pueda tirar por encima de ella, la saca a bailar y termina en el aro; gana la mayoría de las batallas porque puede hacer cosas que sus rivales nunca han visto.

Así que prepárense para ver mucho de Caitlin Clark en sus redes sociales y, más importante aún, para ver más de basquetbol femenil, que avanza con pasos firmes hacia los niveles técnicos de su contra parte a la que quizás algún día también alcance en niveles de distribución y mercadotecnia.

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