Los Pumas: el crudo relato de un histórico sobre su retiro

Los Pumas desde hace décadas se convirtieron en una fuente de inspiración para quienes sueñan con jugar al rugby. Sin embargo, en el reverso de esa élite, también aparecen situaciones inesperadas, tal como le sucedió a Juan Manuel Leguizamón, un histórico rugbier del seleccionado que reveló cuánto le costó dejar el profesionalismo y la problemática de enfrentar la decisión. 

“Legui”, como se lo conoce al santiagueño de 40 años en el deporte, es una de las caras fácilmente reconocidas de los Pumas de Bronce, aquella generación de jugadores que hizo historia en el Mundial de Francia 2007. Tras una carrera de casi 20 años al más alto nivel, hoy es el coach de Pampas, una de los dos franquicias argentinas que disputa el Super Rugby Americas, tras una etapa de sufrimiento por dejar la actividad profesional

Las fuertes revelaciones de Leguizamón tras su retiro

En diálogo con La Nación, Leguizamón, que disputó 87 caps con los Pumas, reveló el padecimiento que le significó dejar el rugby en 2022: “Entrar en una pandemia me impidió seguir con el camino de jugador en Estados Unidos, después vino la lesión. No quería quedarme con eso. No por un capricho, pero sentía que tenía mucho para dar como jugador. Me encontré en situaciones mentales muy incómodas, bien profundas, que no me dejaban pensar con claridad. Estuve hasta preocupado en algún momento, incómodo en mis pensamientos, confundido”. 

Más allá de que su presente lo encuentra entusiasmado en Pampas, el surgido en Santiago Lawn Tennis continuó: “Pasaron un montón de momentos desde que me lesioné en mayo de 2021. Esa rehabilitación me ayudó a entender un montón de cosas. Pensé mucho. Creo que crecí un poco, también. Pero nunca me convencí de que había dejado de ser jugador. Incluso hoy tampoco. Muchas veces la vida te va poniendo cosas enfrente que te ayudan a tomar decisiones, y a mí me puso esta oportunidad. Creo que es una buena forma de asumir que la etapa de jugador está terminada”.

Sobre aquel momento determinante de abandonar el deporte, Juan Manuel señaló: “Después de la lesión no volví a jugar. Volví a entrenarme en el SIC. Ya se estaba por cumplir el período de rehabilitación para volver, estaba listo para jugar, habíamos puesto una fecha con los médicos, y no sé qué pasó en mi cabeza que en la semana previa algo me dijo “basta”. Ahí tomé la decisión de dejar el rugby. Estuve dos o tres meses tranquilo con la decisión y después me invadieron las ganas de volver a jugar. Tuve un par de posibilidades de irme a jugar afuera, pero era una movida. Seguía con mis líos mentales, mis incomodidades hasta que llegó esta oportunidad, que me sirvió para un montón de cosas”.

Sobre si se había preparado mentalmente para el retiro, comentó: “En los últimos dos o tres años ya había empezado a pensar un montón, pero a mí me cuesta mcuho tener cosas paralelas. Yo estaba muy abocado, como era de los más viejos, a estar mejor preparado todavía. Gastaba energía mental y física en mi preparación para estar a la altura. La realidad es que nunca logré desconectarme para abocarme a otra cosa. Pensaba que iba preparándome para ese día, pero cuando tomé la decisión se me vino abajo el mundo. Yo no sé si alguien se prepara para ese día, sea el deporte que sea. Hablé con un montón de gente que dejó de jugar y muy rápido se metió en otro entorno, pero la pasaron igual de incómodo que yo”.

Ya definido su alejamiento del rugby, el exjugador del SIC expresó cómo llegó la posibilidad de ser entrenador: “Fue durante el Mundial, más o menos. Obviamente estaba agradecido por la oportunidad, porque piensen en mí. Pero tenía muchas preguntas. Si realmente era algo que quería hacer, si estaba preparado. Tuve unas semanas de pensarlo, consulté mucho con mi familia que me banca un montón y me sentí preparado. Van a pasar muchas cosas en el medio, pero éste es el medio para pasar la página. Insisto en que nada es tan importante. Con ese pensamiento bien metido en mi cabeza, cuando vas a fondo pensando en tus jugadores y tu equipo de trabajo, va a haber equivocaciones, pero es parte del proceso, es parte de la vida. ¿Estás preparado para controlar las emociones? ¿Estás preparado para revertirlo? Con errores, creo que estoy preparado”.

Para finalizar, el exforward reveló qué tipo de estilo de juego pregona: “El rugby es un deporte, sobre todo en Argentina, en el que se habla mucho de dar, del sacrificio. No sé hasta dónde es así. Para dar, primero hay que tener. Tenés que estar alimentado. Tenés que ser rico mental, espiritual y físicamente. Uno de los puntos fundamentales en los jugadores y que termina enriqueciendo al todo es la parte física. Cuanto más fuertes se sienten, más entrenados se sienten, más estudiaron, más asimilaron los conceptos, y ahí sí están preparados para dar. Tenés que ser un nexo y un medio para que los chicos entiendan eso y lo lleven adelante. Entonces, primero y principal pretendo un equipo que esté muy alimentado física y mentalmnete, que se sientan muy fuertes individualmente para que el colectivo fluya”.

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